Tekkon Kinkreet [Peli anime]

Tekkon Kinkreet es un juego de palabras "Tekkin" y "Concrete", el término japonés para hormigón armado) (también conocido como Tekkonkinkreet noticia en Inglés) es una película de animación japonesa, dirigida por Michael Arias y animada por Studio 4 ° C en el año 2006, adaptado a partir de los tres volúmenes de la serie Seinen manga del mismo nombre por Taiyo Matsumoto, que fue originalmente editado entre 1993 y 1994 en Shogakukan's Big Comic Licores y publicado por primera vez en Inglés como Tekkonkinkreet: Black and White. La historia tiene lugar en la Ciudad del Tesoro una ciudad de ficción y se centra en un par de niños huérfanos que viven en la calle: el duro, astuto negro y el infantil, inocente White, debe hacer frente a los yakuza e intentar hacerse cargo de la ciudad.

Con una calidad visual fuera de lo normal, nuevamente los astutos y perspicaces críticos occidentales califican de europeización del anime. No hay europeización en este largometraje, ni siquiera en el director del mismo, ya que este es Michael Arias, un estadounidense afincando en Japón desde hace más de veinte años y que tiene una trayectoria más que destacable en un estudio de animación relevante, novedoso y sobre todo diferente y totalmente experimental como lo es 4C. Sé que mis reiteradas críticas a los críticos, valga la redundancia son claras, pero es necesario que si bien estamos acostumbrados a un tipo de animación japonesa, no toda la que se produce es igual y mucho menos occidentalizada. Como todo en esta vida, el anime evoluciona, pero siempre conservando las raíces, y ahí es donde entra Tekkon Kinkreet. Unos diseños angulosos que recuerdan a Kemonozume y Mind Game, nos ponen sobre aviso de que es una historia dura, en la que nos percatamos de la grandeza de una ciudad que ha dejado de ser esplendorosa y brillante a causa de la constante violencia callejera promovida por los yakuza.

Detallista en la formas. Los edificios, calles y diseños de las estructuras de la ciudad son por momentos luminosas, oscuras y bellas hasta la saciedad, provocando en muchas ocasiones un recuerdo a una amalgama de colores perdida en algún punto de la línea espacio-tiempo y evoca a las ceremonias de las antiguas civilizaciones en las los héroes eran considerados como auténticos dioses terrenales.

Así es esta obra maestra: fresca, dinámica, colorista y oscura. Llena de grandes matices y plagada de crítica social, y una humanidad en los personajes, todos ellos complejos desde los dos protagonistas hasta el menos importante de los personajes.

Si algún día os dicen que la nueva hornada de animadores japoneses hacen lo posible para occidentalizar sus obras, no lo creáis. Ningún estudio occidental, estaría dispuesto a asumir el riesgo de producir una película con un argumento como el Tekkon Kinkreet, y mucho menos mezclar 2D Y3D, para algunos esta técnica es totalmente desfasada y sostienen que el 3D debe ser en su totalidad. Mi opinión es diferente, creo que la clave de la animación japonesa y esa mezcla de estilos y técnicas 2D y 3D, hacen que tenga personalidad, que realmente te creas la historia y el argumento . Por supuesto solo es una opinión, seguramente poco objetiva, Disfrutad de la película.