PRIMER CONCURSO FANFICS (HISTORIAS)

NARUTO: ¡Hala! ¡Cómo mola!

Goku, Gohan, Vegeta, Goten y Trunks se habían transformado en super saiyanos. Su resplandor dorado iluminaba un largo pasillo, de paredes de piedra en las que habían labrado diversos motivos e inscripciones.

GOKU: ¿Dónde estamos?

NEJI: Fijaos en las paredes.

Junto a ellos había un dibujo. Representaba a un yautja luchando cuerpo a cuerpo con una criatura extraña, una mezcla de reptil e insecto a la que salían púas de la espalda. Tenía una cola terminada en punta, y su cabeza sin ojos era alargada.

A-0: Los recuerdo. Son xenomorfos, las presas favoritas de los depredadores.

GOKU: Sí, creo recordar que Kaio los mencionó. Son aún más feos. Pero este depredador no es como los que conocemos, no tiene cola ni pelo.

SHIKAMARU: Pues si dijisteis que los yautja se hibridaron con los saiyanos hace relativamente poco…

NARUTO: Quiere decir que este sitio es antiguo de cojones, ¿no?

SAKURA: Quién nos lo iba a decir, una base alienígena todo este tiempo debajo de la Villa. Pero hasta ahora nunca habíamos notado nada raro, y ahora parece que andan entrando y saliendo.

GOHAN: Debieron abandonarla hace mucho tiempo, y ahora habrán vuelto en lo que organizan esa cacería suya.

SHIKAMARU: Supongo… Bueno, pues no nos queda otra que explorar esto. Y que no nos encuentren. Dividámonos en…

Pero no tuvo tiempo de explicar su plan porque algo le derribó por la espalda. Inmediatamente una lluvia de cuchillos, lanzados por los ninjas, asaltó al invasor, pero no fue nada comparada con la onda de energía que lanzó a la criatura hacia la oscuridad del fondo del pasillo.

GOTEN: Igual me he pasado un poco…

CHÔJI: ¡Shikamaru! ¿Estás bien?

SHIKAMARU: Creo que sí. ¡Agh, tengo la coleta llena de babas! ¿Qué narices era eso?

VEGETA: Venid y mirad. Creo que los depredadores no son los únicos habitantes de este sitio.

Junto a él yacía la criatura muerta, tal y como estaba representada en el dibujo: grande, negra, con todos los huesos marcados, la cola vertebrada terminada en filo, la cabeza estriada alargada hacia atrás. De la boca colgaba una musculosa lengua con… ¡otra boca!

A-0: Un alien. Parece que los depredadores tienen un problema de plagas.

VEGETA: Y tanto, mirad más allá.

A unos metros estaba tirado en el suelo el cadáver de un depredador. Parecía bastante reciente. Su pecho estaba abierto, con los huesos y la piel curvados hacia fuera, como si algo se hubiera abierto camino desde sus entrañas. Junto a él, también muerto, había una especie de insecto parecido a una araña. Mientras observaban, algo empapó el brazo de Sakura.

SAKURA: ¿Pero qué…?

Miraron todos al techo. Había algo así como ¡un centenar de aliens!

NARUTO: ¡¡Correeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeed!!

Los ninjas obedecieron, pero los guerreros Z se quedaron y afrontaron la acometida. Una de las criaturas lanzó su lengua dentada contra la cara de Goku, pero no consiguió horadar la piel.

GOKU: Mira que sois flojos.

Algo parecido les había pasado a los demás. Las criaturas, desconcertadas ante tal invulnerabilidad, les rodearon sin decidirse a hacer nada. Vegeta masculló algo así como “¡payasos!” y lanzó una ráfaga de ondas que aniquiló a varios aliens. Algunas ondas se perdieron en la negrura del pasillo, y varias criaturas se lanzaron a perseguirlas.

PICCOLO: ¿Pero qué..? ¡Apagad vuestras energías por completo!

Así lo hicieron, sumiéndose en la más absoluta oscuridad. Pudieron sentir cómo los aliens se dispersaban desconcertados. Piccolo emitió una onda esférica que se quedó flotando inmóvil, iluminando a los guerreros Z. Los aliens volvieron a reunirse, pero no alrededor de los luchadores, claramente visibles, sino alrededor de la bola. Piccolo habló por telepatía a sus amigos.

PICCOLO: *¿Os habéis fijado? ¡Esas criaturas no tienen ojos, no pueden ver! ¡Sienten energías!*

GOKU: *Qué extraño que hayan desarrollado esa capacidad unos bichos tan estúpidos*

PICCOLO: *Además, ocultan muy bien la suya propia. Parece que estamos ante una raza muy sigilosa… Se esconden en ambientes oscuros, sienten la energía de sus presas y se acercan a ellas sin ser detectados. Muy hábiles.*

Piccolo lanzó la bola lejos, y la totalidad de los xenomorfos se lanzó tras ella.

PICCOLO: Con suerte se llevará a unos cuantos por delante cuando explote.

GOHAN: ¿Y después? Los ninjas no saben camuflar sus energías, ¿no?

GOKU: Uuuuuf, parece que van a necesitar ayuda.

GOHAN: Este sitio es un laberinto. Busquémosles, pero sigamos sin emitir energía.

VEGETA: Eso nos hace muy vulnerables.

PICCOLO: Aunque seamos más vulnerables al daño, no hay nada que temer si esas criaturas no pueden sentirnos. Y si nos lanzamos a la carga con todo nuestro poder podríamos comprometer a Naruto y los demás. Es lo mejor.

Anduvieron por el pasillo en la dirección en la que los desbandados ninjas habían corrido. Sin energías que emitir, no veían lo que se dice absolutamente nada, palpando las paredes y guiándose por las relativamente débiles energías de los ninjas, doblando esquinas al tuntún. En una ocasión la mano de Goten fue a dar en la oscuridad con el hocico de un alien solitario, que se quedó en el sitio completamente desconcertado.

Mientras, los ninjas no estaban tan tranquilos.

NARUTO: ¡¡No veo una mierdaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!

NEJI: ¡Girad a la derecha!

Pero la comitiva era larga, y la gran mayoría fueron a dar con una pared de frente. Los aliens les alcanzaban.

NARUTO: ¡Uah! ¡No os acerquéis!

Al momento invocó casi un centenar de copias que les sirvieron de escudo humano mientras el original y sus compañeros escapaban por un pasillo a la tenue luz de un Rasengan que Naruto llevaba en alto. Cuando dejaron de oír a los aliens detrás de ellos, se detuvieron.

SHIKAMARU: ¡Neji! ¿Estás ahí? ¡Dime a quiénes ves!

NEJI: Sí, aquí estoy. Faltan Goku y sus amigos, salvo la androide, que está aquí con nosotros.

SAKURA: Bueno, creo que podrán arreglárselas. Naruto, ¿puedes hacer que eso brille un poco más?

Naruto agrandó el Rasengan, y su luz titilante y azulada reveló a nueve ninjas que descansaban contra las paredes, exhaustos y asustados. Salvo Sai, que, como siempre, permanecía impasible.

NARUTO: ¿Y ahora qué demonios hacemos?

SHIKAMARU: Bueno, Naruto, Neji, si alguno de vosotros ve o siente a los saiyanos cerca de nosotros, que avise. Ellos son más perceptivos que nosotros, por lo que tienen más posibilidades de encontrarnos que nosotros a ellos. Tenemos que seguir explorando este lugar. Ahora que lo pienso, la verdad es que ni siquiera sé lo que estamos buscando, menudo rollo.

A-0: Yo sé que tenía que venir aquí, pero ahora que estoy dentro… Estoy bastante perdida.

Se produjo un silencio incómodo. Nueve adolescentes asustados, perdidos en un complejo extraterrestre, con una miríada de monstruos pisándoles los talones. El rasengan, siempre tan eficaz y esperanzador, parecía ahora una fuente de luz lúgubre que a duras penas alcanzaba a iluminarles a todos. Podrían tener a un alien justo al lado y no lo verían. Y de hecho…

NARUTO: Chicos… creo que están aquí. Los siento.

INO: ¿Dónde?

NARUTO: ¡Ahí, justo delante! ¡Al lado nuestro!

Naruto aumentó el rasengan hasta que alcanzó el tamaño de una pelota de playa, pero seguían sin ver ningún enemigo. Solo las paredes de piedra de la base subterránea y un techo lleno de tuberías… y cavidades… y conductos…

Se dieron cuenta demasiado tarde. El primer xenomorfo se abalanzó contra A-0, la más desprotegida. No alcanzó su destino al ser atrapado por una mano gigantesca: la de la técnica de la hinchazón de Chôji. Hizo presión y el alien literalmente reventó, emanando un líquido verdoso negruzco… que humeaba.

CHÔJI: ¡Me cago en la…! ¡¡Quemaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!

La sangre ácida del alien estaba corroyendo la mano de Chôji. La redujo a su tamaño normal, pero esto solo concentró aún más el ácido. Sakura corrió hacia él, acercó sus manos a la suya y empezó a aplicar técnicas curativas, pero no parecía poder detener el ácido, y Chôji iba quedándose sin dedos. Los demás no pudieron prestarles más atención, el resto de la horda había llegado. Uno de ellos, en un alarde de ignorancia, fue directo hacia el rasengan, saliendo despedido hacia sus compañeros. Varios cayeron ante la lluvia de shurikens y cuchillos, pero la masa avanzaba. Ino cayó al suelo, y uno de los aliens empezó a atacar a sus compañeros con una eficacia letal.

SHIKAMARU: ¡Ino está utilizando el traspaso mental!

Pronto tres aliens más empezaron a atacar a sus compañeros, pero eran distintos. Eran blancos.

SAI: ¡Representación de grandes bestias! Éstas realmente lo son.

Sonó un ruido de algo pesado cayendo, y una silueta verde se lanzó a lo kamikaze contra los aliens. Era Rock Lee, sin pesas, desatado, soltando patadas como panes. Tenten lanzó todo su arsenal de kunais y papeles explosivos, y muchos aliens más cayeron. Siguiendo a Lee, Neji se adentró entre los monstruos hasta que pareció ser engullido por la ola. Y desde el centro de la masa surgió una esfera azul que ocupaba todo el pasillo, dando vueltas.

NEJI: ¡Giro celestial! ¡Y ahora… 64 puntos hakke!

Sakura combatía a puñetazo limpio, y los aliens que salían despedidos de sus puños hacían grietas en las paredes y no volvían a moverse. Naruto seguía manteniendo el rasengan en alto para que se viera algo.

NARUTO: ¡Shikamaru! ¡Puedo acabar con esto, pero apagaré el rasengan! ¡Aprovecha!

Se hizo la oscuridad absoluta, y todos los sonidos cesaron. Una voz surgió de entre las sombras.

SAKURA: ¡Eeeeh! ¿Estáis ahí? ¡No puedo moverme!

LEE: ¡Yo tampoco! ¿Qué está pasando? ¡Tengo a tres de estos bichos subidos a la chepa, pero ellos tampoco parecen reaccionar! ¡Ni tampoco tragan saliva! ¡Qué ascooooo!

SHIKAMARU: Soy yo, tíos. La técnica de la sombra imitadora… ¡Y aquí son todo sombras! Podría decirse que mi dominio es total.

SAI: Pero si no podemos movernos no podemos iluminar nada. Y si retiras la sombra imitadora seguiremos igual… Estamos completamente atascados, genio.

SHIKAMARU: ¡Dejadme en paz! ¡Uno no siempre puede estar en todo!

NARUTO: ¡Callarsus de una vez, leñe! ¡Que me desconcentráis!

GOKU: ¡Eeeeeeeooooo!

Un resplandor dorado empezó a llenarlo todo, y los Guerreros Z hicieron su aparición, con los supersaiyanos a la cabeza. La luz reveló una escena de batalla estática, con los ninjas y los aliens envueltos por la sombra de Shikamaru, en las incómodas poses en las que estaban luchando. Solo Naruto estaba sentado en el suelo.

SHIKAMARU: ¡Esto ya es otra cosa!

Poco a poco fue retirando la técnica a sus compañeros, dejando solo a los inmovilizados aliens. Todos se hicieron atrás y dejaron a Naruto frente a la horda.

KRILÍN: ¿Queréis ayuda?

NARUTO: No hace falta.

Cuando se dio la vuelta para hablarles, vieron que sus ojos estaban envueltos en unas ojeras rojizas. Estaba en modo ermitaño. Junto a tres copias, formó un rasengan dentado.

NARUTO: ¡Shikamaru, corta ya la técnica! ¡Rasen shuriken!

Lanzó el ataque, y el resplandor azul les cegó a todos. Cuando pudieron volver a mirar, los aliens ya no estaban ahí, solo unas cuantas cenizas.

TRUNKS: Ahí va.

CHÔJI: Ugh…

INO: ¡Chôji! ¿Cómo está tu mano!

A duras penas, el ninja gor… ejem, rellenito, levantó lo que estaba camino de convertirse en un simple muñón.

GOKU: Vaya, eso está muy feo… Tómate esto.

CHÔJI: ¿Una judía?

GOHAN: Tú cómetela.

Lo hizo, y de repente se le pasó el dolor. Se miró la mano. Estaba intacta.

INO: ¡Hala! Sakura, como kunoichi curandera, ¿te das cuenta de lo que significa esto?

SAKURA: Sí, el paro.

SHIKAMARU: Veo que habéis podido encontrarnos.

GOKU: Sí, habéis hecho semejante despliegue de energía al luchar… Hemos llegado todos.

NARUTO: ¿Todos? ¿No falta el pelo pincho?

Hacía un buen rato que Vegeta se había separado del grupo. Pasaba de buscar a los ninjas, él prefería investigar por su cuenta. Había doblado por el primer camino que encontró, y ahora no tenía ni idea de dónde estaba. Eso le resultaba bastante incómodo. Pronto se le acabó la pared para tantear, y por más que buscó no encontró ningún punto de referencia. Estaba completamente perdido.

Bastante tenso, Vegeta se atrevió a arrojar un poco de luz, sosteniendo una esfera de energía en su mano. Era tenue, pero por lo menos le permitía ver. Afortunadamente, lo primero que vio fue una antorcha, así que lanzó contra ella la energía y se prendió. Incluso Vegeta tuvo que impresionarse ante lo que vio.

Estaba en una gigantesca sala cuyas paredes, techo y suelo estaban completamente recubiertos de una secreción viscosa. Era una superficie tan irregular que no se podía saber por dónde había una salida y por dónde no. En el centro de la sala había una enorme cantidad de huevos. Más allá, un montículo impedía ver el fondo de la sala, pero Vegeta vio algo que se movía. Una cola serpenteante y muy, muy larga se deslizó por la pared y se perdió detrás del montículo. La luz de la antorcha solo dejaba intuir una sombra moviéndose detrás… Una sombra muy, muy grande.

Vegeta oyó un siseo detrás de él. Se dio la vuelta pero no vio nada. Volvió a mirar al frente, pero la sombra había desaparecido. Estaba muy, muy nervioso. Empezó a avanzar entre los huevos. Él no lo sabía, pero si no hubiera estado camuflando su energía, los huevos hubieran eclosionado al sentir su presencia, y tendrían un huésped muy interesante. Otro siseo. El rumor de un movimiento. Un gruñido. Todo parecía proceder de puntos y cavidades distintas de la sala.

VEGETA: ¡Yo soy el príncipe de los saiyanos! ¡¡Salid, cobardeeeeeeeees!!

Emitió todo su poder iluminando toda la sala, destruyendo varios huevos. Al instante se oyó un rugido de ira infinita que resonó por toda la sala.

VEGETA: ¡Te estoy esperando!

Entonces recordó las palabras de Piccolo: si no emitía energía, no podrían saber dónde estaba. Apagó su aura. Eso le daba ventaja. Sí, sí, él estaba en ventaja allí… Él, el poderoso príncipe, no tenía nada que temer de unos bichos. No había ningún motivo para sentirse todo lo vulnerable y asustado que se sentía…

Entonces, uno de los huevos empezó a moverse. Debía de haberse descuidado, le estaban notando. Miró a su alrededor en busca de los enemigos, pero seguía sin ver nada. Aquello empezaba a ser insoportable. Notó un aliento fétido detrás de él, y una cuchilla hendió el aire…

Vegeta se apartó con un grito. Esa cosa acababa de hacerle un rasguño en la mejilla, había derramado su poderosa sangre real. Temblando, levantó la vista para mirar a su oponente. Era un alien, pero era… más. Tenía otro par de brazos, las púas más largas y más afiladas, la cabeza lucía una cresta, en la punta de su cola aún estaba su propia sangre… Pero, sobre todo, era enorme.

De algún lado surgió un haz de luz que impactó al monstruo en la cara. La Reina Alien rugió, se dio la vuelta y desapareció por uno de los conductos que salían de allí. Vegeta se giró para ver al que había abierto fuego: el jefe de los Depredadores.

DEPREDADOR: Ambos sois presas muy valiosas. No me gustaría que os matarais mutuamente. Te ha pegado un buen susto. Aunque tú tienes mucho más nivel que ella, ¿verdad?

PICCOLO: ¡Vegeta!

Goku, Piccolo, Naruto y los demás irrumpieron en el nido de los aliens, a la carga contra el depredador. Él se hizo invisible y su silueta huyó por un pasillo. Todos se lanzaron en su persecución salvo Vegeta, que seguía ahí de pie, asimilando lo que acababa de ocurrir. Uno de los huevos eclosionó y el abraza-caras se lanzó contra él, pero, sin apartar la vista del infinito ni mudar la expresión, cogió a la criatura al vuelo y la aplastó con una sola mano. Ni siquiera sintió la quemadura, solo sentía rabia.

Los demás siguieron persiguiendo al depredador. Su rastro les llevó hasta una sala grande, llena de ordenadores y escritos.

A-0: Es un banco de datos… Toda su historia… y la mía y la vuestra… podría estar aquí.

Aparece El Dios Infernal de las montañas, seguido por un ejercito de Demonios, lleva un Tridente de energía maligna en sus manos, con el cual puede transformar cualquier ser humano no puro, en Demonio tan poderoso como Freezer, Cell o Boo.

Pero el Dios Infernal llamado Underworld, ha estado fijandose en Pares le parece muy interesante ha estado siguiendola esperando el mejor momento. Pares es un poco rara.

El Dios transmite a Pares todo su poder, Pares se vuelve toda roja, un Tridente en sus manos, Pares se vuelve muy poderosa. Con esa energia maligna Pares, empieza. Y dominar el Planeta y luego todo el Universo.

La gente que aun sobrevive se refugia en un Castillo, protegido por los Warrior Z... EL castillo es invadido por el ejercito de demonios, para poseerlos tambien.

Los Warrior Z tambien hacen frente a Pares, Todos son vencidos conviertiendolos en Estatuas de piedra con el poder del tridente, entonces aparece Oob y Marron ambos luchan contra Pares incluso hacen la fusion pero son vencidos por Pares convirtiendolos en Piedra.

Mientras Los demás Warriors Z luchan contra el ejercito de las Tinieblas. Que siguen aparecindo de las cuevas, las montañas y catacumbas. C-18, Videl, Krillin, Ten, Piccolo, todos ayudan.

Bra vs Pares!!

Hace aparicion Bra... que ha estado entrenando en el espacio por planetas, siempre acompañada por Vegeta. Y enseñandola alguna tecnica, si al rincipio Bra no le gusta la lucha, pero con el tiempo le va gustando, debido supongo a su sangre...

Bra genera con las manos juntas y abiertas un poderoso rayo como el Final Flash, que golpea en Pares que cae al suelo con una gran explosion, Pares queda malherida, entonces el Dios la cura, con su magía...Infernal.

Bra se transforma, se transforma en una una super-pantera, tiene una gran hagilidad, es muy rapida. Garrás muy afiladas, y que puede lanzar, como shurikenes.

Cae al mar Bra, que intenta sorprender a Pares con varias bolas de energía, las bolas son disparadas por Bra, con grna velocidad se situa encima de Pares, que con sus garras ataca, pero Pares se proteje con los brazos en cruz y con un campo de energia.

Pero el ataque de Bra es tan poderoso que Pares no puede contener el ataque que sale despedida y choca contra una montaña generando una gran explosion, nada puede frenar las garras de Bra.

La rabia se apodera de Pares, crea una gran Bola de Fuego tan grande como Genkidama, esta se la lanza a Bra que cae al suelo sale algo chamuscada.
Pero Bra le responde con el Final Flash aprendido de Vegeta.

Con el mismo tridente Pares le lanza a Bra el rayo petrificador que alcanza a Brá y la transforma en estatua, está cayendo cuando aparecen Goku y Pan. Pan ve a Bra caer, hace un shunkanido y detiene a Bra cuando va a caer al suelo.

Con el poder que le dió el Anciano recupera Pan a Bra a su estado normal. Bra se queda al margen de la Batalla junto a Vegeta.
Pan se queda sola ante Pares, Mientras Goku se dirige a donde esta el Dios. Goku le dice a Pan tu ocupate de Pares, yo haré frente al Dios Infernal...

El Dios invoca a los 3 Endemoniados Cell, Freezer y Boo aparece frente a ellos, estan como poseidos. Vegeta y Bra deciden hacerse caro de ellos . Goku sigue su Marcha mientra Pan se ocupa de Pares. Se produce una gran batalla entre vegeta, Bra y los 3 Endemoniados.

Alianza Saiayin

Año 2000, calles de Buenos Aires, Argentina.

Las gotas caían fuertemente sobre la ciudad, nadie esta en las calles, el frío no lo permite. Entre la lluvia y la oscuridad de la noche, se pueden ver dos figuras pasar corriendo entre los autos estacionados en las veredas y las calles de la metrópoli. Los sujetos estan vestidos con unas largas túnicas negras que cubren también sus cabezas.

Hombre1: Ey Kuhn, lo estoy sintiendo por aquí.

El hombre señaló hacia un edificio que estaba situado en la otra acera.

Kuhn: Si, yo también, vamos.

Cruzaron la calle a toda velocidad. Llegaron hasta la puerta y pudieron ver que estaba cerrada, entonces casi sin hacer esfuerzo alguno uno de los individuos arrancó la puerta de su marco, y la lanzó a la calle.

Hombre1: Apresurémonos, está acercándose, recuerda el plan, no quieren combates.

Rápidamente subían las escaleras, finalmente, llegaron a la puerta de un hogar, y nuevamente, uno de los individuos la forzó un poco hasta que se abrió, rompiéndose la cerradura. Dejaron la puerta suavemente colocada sobre la pared, llegaron hasta una habitación en donde se podía ver a una pareja durmiendo y una pequeña cuna.

Kuhn(susurrando): Ahí está, saquémoslo de ahí Goru.

Goru: Está llegando, está llegando.

Kuhn: Tranquilízate, si no mostramos nuestro Ki no nos podrá reconocer.

Sigilosamente se acercaron al moisés y sacaron al niño que estaba en su interior, le taparon la boca para que no llorara, y se dirigieron a la ventana. Pero de pronto…

Padre: ¿¡Que hace con mi hijo!?

Kuhn: ¡Rápido, vamos!

Los sujetos salieron volando antes de que el hombre los alcanzara, comenzaron a atravesar la ciudad bajo la constante tormenta que golpeaba sus espaldas.

Goru: ¡Lo logramos!

Kuhn: No fue tan difícil, y ahora tenemos el mejor premio que podríamos haber conseguido, este niño nos llevará a completar nuestro objetivo.

¿?¿: No lo creo.

De pronto los dos hombres voltearon a ver quién había hablado, y al girar, se dieron cuenta de que otro hombre estaba volando detrás de ellos, pero este era diferente, su cuerpo brillaba con un dorado refulgente, su pelo en punta y hacia arriba dejaba ver un rostro furioso y con unos ojos celestes como el cielo, por último, un traje naranja y azul resplandecía en el cuerpo del muchacho, y se podía ver un aura dorada que se desprendía del joven.

Kuhn: Bueno bueno… veo que enviaron a un luchador no tan fuerte.

¿?¿: No sabes de lo que soy capas, Kuhn.

Kuhn: Ahora lo veremos, Ey Goru, toma al crío.

Kuhn lanzó al bebe a los brazos de su compañero, y comenzó a hacer fuerza, un aura sin color comenzó a verse alrededor de su cuerpo, y de pronto.

Kuhn: aaaaAAAA!!!!!!

El grito del joven fue acompañado por la transformación de su cuerpo, que tomo el mismo color dorado que el del otro muchacho, su pelo se puso en punta y cambió su color, y sus ojos se tornaron celestes.

¿?¿: Entrégame al niño, no quiero luchas.

Kuhn: Marica, ahora tendrás una lucha ¡Quieras o no!

Guru: Kuhn, recuerda que no quieren...

Kuhn: Me importa una mierda... a ver si lo entiendes, yo solo quiero demostrar que soy el mejor.

¿?¿: Está bien, como quieras, pero el combate será en el aire, no podemos destruir nada, los humanos normales no pueden saber de nuestra existencia.

Kuhn: Cuando te venza, los humanos normales desaparecerán.

¿?¿: Entonces tienen una larga vida.

Kuhn: ¡Cállate Sono!

El luchador velozmente se acercó a su oponente, y le lanzó un golpe con su brazo derecho directo a su rostro, pero cuando tocó el cuerpo de Sono, este se disolvió en el aire. Un potente codazo dio la parte de arriba de la cabeza de Kuhn, que voló hacia abajo y se detuvo en seco.

Kuhn: Eso dolió un poco… es más fuerte de lo que pensé, pero ahora verá, ju ju.

Rápidamente el secuestrador subió a los cielos para continuar el combate, pero de repente, en vez de seguir subiendo, comenzó a realizar unos movimientos imperceptibles, se tele transportaba de un lugar a otro alrededor de Sono. De pronto, un golpe asesino dio en la garganta del luchador del traje naranja, que lanzó un grito ahogado y se tomó el cuello, pero no tuvo tiempo de nada ya que su oponente le propinó una patada en el estómago, haciéndolo doblarse de dolor. Velozmente Kuhn tomó a Sono por las piernas y luego de dar unos giros lo lanzó hacia el suelo. El joven no pudo detenerse y chocó contra el asfalto a una velocidad inimaginable, se sintió un golpe potente y los escombros volaron hacia todos lados.
La lluvia continuaba azotando la ciudad, el polvo que había levantado Sono con su caída pronto se disipó, y dejó ver un cráter muy ondo, y en su interior, el muchacho yacía tirado, con el rostro bastante lastimado y los ojos cerrados. Las gotas de agua caían en su cara, y eso pareció hacer que sus párpados se levantaran.

Sono: Es increíblemente fuerte, aún no domino esta maldita transformación, me hace enfurecer terriblemente este estado y no lucho concentrado, además de que me cuesta mucho mantener el nivel de poder. Estos dos tienen más tiempo siendo saiayins, será por eso que no puedo hacerles frente.

Goru: Ey Kuhn, es mejor que nos vallamos, luego podrás matarlo en otra ocasión.

Kuhn: Un poco más, enseguida nos vamos.

Goru: Este niñito me está cansando con su llanto.

Kuhn: Aguanta, ya nos vamos. Además, ese niñito algún día será nuestro líder, recuerda que es de sangre pura.

Goru: ¡Cuidado!

Patam!!!

Un golpe tremendo chocó contra la mandíbula de Kuhn, su cabeza se levantó muchísimo y el ataque lo hizo dar una vuelta hacia atrás. Pronto, su oponente le propinó un golpe en la espalda con su codo, que lo envió a volar. Sono se apareció detrás de su rival, le dio una gran y frenética ráfaga de golpes, luego asestó un último puñetazo que elevó a Kuhn. Rápidamente el luchador se tele transporto hacia arriba de su oponente, y le dio una patada que lo lanzó hacia abajo, repitió el ataque y lo envió a volar, mientras preparaba un ataque.

Sono: Kaaaaaa…..meeeeeeeeee……..haaaaaaaaaa…….meeeeeeeee!!!!!

Puuuuum!

Un fuerte golpe dio justo en la columna vertebral de Sono, que no anticipó el ataque de Goru.

Goru: ¿Crees que por llevar a un bebé en brazos no puedo pelear?

El encapuchado tomo por el cuello a su rival, y comenzó a apretarlo fuertemente.

Goru: Sono Sono… morirás en instantes, y este niño nos llevará a la victoria.

Sono: Ese niño se dará cuenta tarde o temprano de lo que está bien, y salvará al mundo, como hicieron nuestros antepasados.


Goru: Tu y tus pensamientos de saiayin. Bueno, me cansé de hablar, además este niño me está cansando también, será mejor que nos vallamos antes de que alguien nos vea, así que te mataré.

Sono estaba perdiendo la consciencia, sus pupilas se estaban achicando, mientras un pequeño hilo de sangre comenzaba a salir de su boca. Pero de repente, Goru comenzó a soltar el cuello de su rival, y con cara de sorpresa, intentaba cerrar su mano nuevamente, pero no podía.

Sono: ¡Ahora conocerás el verdadero poder saiayin!

Una barrera de energía se creó alrededor de Sono, y Goru salió volando, dejando caer el niño, que lanzó un grito desesperado de ayuda.

Sono: ¡NO!

Rápidamente el muchacho se lanzó en picada y logró atrapar al bebé suavemente.

Sono: OH, mierda, tengo que pensar en algo, o me matarán, y se quedarán contigo. ¡Ya lo se!

Mientras tanto, Kuhn salía caminando de unos escombros.

Kuhn: Menos mal que no quería que los humanos nos vieran… Cof Cof, mañana esto estará en las noticias de todos lados.

Un pequeño supermercado estaba todo destruido, un crater enorme se veía en su interior, y un tremendo agujero en el techo. El muchacho tenía algunas heridas y sus ropajes comunes estaban destrozados.

Kuhn: Ahora verá ese maldito, lo mataré en este instante.

El joven se transformó nuevamente en su aspecto dorado, y con el pelo en punta, y salió volando en dirección al sitio en donde estaba Sono.

Goru: Auch… eso dolió ¿Cómo aprendió esa técnica?

Sono estaba en el suelo con el niño en brazos, esperando a sus oponentes.

Goru: ¡Ahí estas!

Sono: ¡OH NO!

El encapuchado generó una esfera de poder en su mano y la lanzó contra su oponente, que logró esquivarla por muy poco, pero fue impulsado hacia atrás por la explosión. Dio una vuelta en el aire y calló trastabillando.

Sono: ¡Mataras al niño, imbécil!

Kuhn estaba llegando al lugar, y pudo ver el ataque de su compañero.

Kuhn: ¿Eres tonto o que?

Goru: Lo siento…

Kuhn: Ahora verás Sono!!!!!

A una tremenda velocidad el joven desapareció de su lugar y apareció detrás de Sono, le dio un codazo en la cabeza, le propinó una patada baja que lo desestabilizó y con un potente puñetazo lo mandó a volar hacia Goru. El grandote frenó al muchacho con un puñetazo en el rostro, lo tomó por el cuello y generó una bola de energía en su mano.

Goru: Suelta al niño o morirás.

Sono: Si no lo tenemos nosotros, ustedes tampoco.

Sono lanzó al jovencito hacia el abajo y liberó una bola de energía dirigida a él.

Kuhn: NO!!!

El veloz chaval aceleró su vuelo y justo antes de que el bebé toque el suelo tomó con su mano el manto que lo sostenía y lo salvó de la explosión que generó la técnica de Sono.

Kuhn: Este Sono. ¿Qué le ocurre?

Goru: Por hacer eso, ¡Moriras!

Goru contuvo la bola de energía que había creado en su mano y con ese mismo brazo golpeo a Sono, haciendo que la esfera de poder chocara contra su pecho.

Sono: AAAAAGGGGG!!!!!!!

El muchacho salió despedido junto con el ataque, que explotó junto con él unas calles más adelante. Luego de la explosión se pudo ver la silueta dorada del joven caer y golpear bruscamente el suelo.

Goru: Esta muerto, podemos irnos.

A lo lejos, se comenzaron a escuchar sirenas de policía.

Kuhn: ¡Vámonos, ya hicimos mucho alboroto, es mejor que no nos vean!

Velozmente los dos muchachos salieron volando y se perdieron en el cielo nublado, junto con el recién nacido. Mientras tanto, en el medio de un parque, Sono estaba tirado boca abajo, con su rostro sin expresión alguna, y con los ojos cerrados. Su transformación había desaparecido, y estaba muy herido. Pero de repente…

Sono: Cof cof! Eso dolió… pero valió la pena.

El joven se levantó lentamente, y caminó unos metros hacia un árbol. Detrás de éste, el pequeño niño estaba llorando fuertemente.

Sono: Ya estoy aquí… no te preocupes. Que bueno que el ataque me envió hasta aquí, si no hubiera tenido que caminar mucho. Vámonos muchachito, tenemos un largo camino hasta casa, necesito reponer energias.

Mientras tanto, en algún lugar, en el cielo…

Goru: Ey Kuhn, ese niñito no llora desde hace un rato ¿Por qué no miras si esta vivo?

Kuhn: Ahora lo hago.

El joven quitó el manto del rostro del niño…

Kuhn: NO, NO NO !!!!!!!

Goru: ¿Qué sucede?

Kuhn: Este no es el niñoooooo!!!!!!!!

En los brazos de Kuhn se pudo ver una piedra del tamaño de un bebé, cubierta con barro

ALIANZA SAIAJIN

En algun lugar del mundo... año 2010

Entrenador: Ahora, posicion de defensa, gancho izquierdo y salto hacia atras, 500 veces, tienen un minuto.

En un pequeño valle entre muchisimas montañas, con una frondoza vegetacion de fondo, millones de pequeños entrenaban artes marciales, a una velocidad increible, sus movimientos eran totalmente coordinados y superaban la vista humana.

Yirai: Hola entrenador Yuko.

Yuko: Hola Yirai!! ¿Como has estado?

Yirai: Bien, mis viajes no acaban nunca (se acerca al oido de Yuko y susurra) estamos en momentos criticos, me gustaria hacer unas pruebas para el equipo Alfa.

Yuko: ¿Tan pronto? Pero hay pocos que han alcanzado el nivel.

Yirai: Con un entrenamiento especializado lograran muchas cosas en poco tiempo, los necesitamos, la guerra podria estallar en cualquier momento.

Yuko: Veo que la situacion es critica... esta bien, llevate a los necesarios.

Para ese momento los centenares de jovenes habian terminado de hacer su ejercicio.

Yirai: Por favor, necesito que vengan conmigo Heff, Liang, Raimundo, Letter, y Konan.

Los cinco jovenes despegaron del suelo y aterrizaron frente al hombre.

Yirai: Hoy concentraremos el entrenamiento en ustedes, tengo entendido que son los mejores y tenemos un nuevo plan de entrenamiento que podria servir.
(Ahora dirigiendose a los demas)
Bien, por favor todos sientense en un circulo para formar el tatami.

Todos los aprendices hicieron caso y pronto estubo todo listo.

Yirai: Ahora, uno por uno los muchachos lucharan contra todos ustedes, cuando golpeen a uno de ellos se terminara el turno y pasara otro, yo decidire quien es el que pelea nombrandolo, espero recordar los nombres de todos (Los jovenes sonrieron, eran una cantidad impresionante)

Yirai: Heff, ve.

Un muchacho de cuerpo maziso y voluminoso, con musculos muy marcados y pelo largo camino hasta el medio del circulo, y Yirai comenzo a nombrar jovenes. Uno a uno fueron derrotados sin oportunidad de golpear al joven, hasta que los mas fuertes comenzaron a ser llamados, y uno logro dar un golpe debil pero golpe al fin en el rostro del joven.

Yirai: Bien hecho Heff! felicitaciones, lograste vencer a 300 muchachos. El resto de los seleccionados ¿Creen poder llegar al nivel de Heff hasta ahora?

Todos asintieron.

Yirai: Bien, entonces... Letter! al medio!

Un joven pequeño y veloz acelero a toda velocidad hasta llegar hasta el medio del tatami, pronto comenzo el ataque de poderosos rivales, que el joven dejo en ridiculo saltandolos o dejandolos pasar de largo para luego meterles una pierna y hacerlos tropezar. Logro vencer unos cuantos luchadores hasta que le toco contra otro veloz del grupo. Los golpes fallaban y la velocidad de ambos era increible, pero un truco trampozo del niño hizo perder la concentracion de Letter, cuando le grito ¡Mira ahi! y le dio un golpe muy potente que lo lanzo fuera del area de pelea.

Yirai: Muy bien Letter, una gran cantidad... vuelvo a realizar la misma pregunta...

Todos asintieron nuevamente

Yirai: Liang, a pelear!!

Una jovencita de cuerpo pequeño y rasgos asiaticos camino tranquilamente hacia el centro del lugar. Los jovenes retrocedieron todos al mismo tiempo cuando elevo la mirada. El ataque comenzo, y con una agilidad y fuerza sorprendente, sin desprender un gesto de su rostro, la muchacha dejo tirados en el lugar a cantidades enormes de doloridos niños y niñas, que a pesar de tener un potencial tremendo no lograron golpear a la joven.

Raimundo: Tendra que llamarnos en cualquier momento, antes de que esta los termine matando.

Konan: Tienes razon...

Yirai: Oye Yuko... ¿Cuanto tiene de Saiajin?

Yuko: Es lo que todos nos preguntamos y nos sigue sorprendiendo, tiene muy poco de saiajin pero parece que le alcanza para ser una de las mejores del grupo... seria mejor que llames a Konan y a Raimundo, ya veras cuanto han avanzado.

Yirai: A ver... Raimundo, por favor entra al tatami!

Raimundo: Ahora te mostrare lo que es potencia...

Konan: Fanfarron, que no te valla a agarrar ahi dentro...

Raimundo: Callate inmaduro...

El joven camino muy comodamente, con las manos en los bolsillos hasta el centro del campo de combate, el pelo castaño estaba atado por detras, solo dos mechones muy largos caian desde arriba de sus orejas hasta el pecho, y otro pequeño en la frente. La ropa muy holgada demostraba sierta rebeldia y el rostro con una sonrisa burlona estremecia por sus ojos de mirada penetrante y decidida.

Liang: Veo que mostraras tu poder otra vez...

Raimundo: ¿Otra vez?

Liang: ¿Crees que no vi el combate que tuvieron con Konan en la montaña?

Raimundo: Tu eras ese Ki que sentia... pues dejame decirte que no era todo nuestro poder...

Liang: ¿Que?

Fiush!!!

El joven dejo solo una imagen transparente en su lugar y una estela acompaño el grito de la muchachita que callo de rodillas sin respiracion...

Raimundo: Agradece que fue despacio...

Liang:(Como ha podido...)

Yirai:(PERO QUE...!! NO PUDE VER EL MOVIMIENTO!!)

Yuko: Konan tiene mas o menos el mismo poder... pero el solo quiere pelear... no dedica tiempo al entrenamiento serio...

Yirai: ¡QUE TIENE EL MISMO PODER Y NO ENTRENA!????

Konan: Se esta refiriendo a mi... JAJAJAJA... ahora veras Raimundo...

Yirai: Por favor... muchachos dejen mas espacio, Konan luchara contra Raimundo...

Todos retrocedieron instantaneamente.

Yirai Antes, dejenme decirles que desde hoy los dividiremos segun su poder, cada uno va a ser asignado por una prueba que haremos dependiendo de su fuerza, si aumentan su poder seran capaces de entrar al otro grupo, asi podremos entrenarlos mucho mejor, en vez de hacerlo cada entrenador con su clase, lo haremos cada grupo con su entrenador, es decir, un grupo entrenara ki en un horario, otro grupo entrenara ataque en otro horario, y asi. ¿Entendido?

Todos: Si señor Yirai!!!!

Todos comenzaron a murmurar, hasta que de repente se callaron todos al ver que Konan se teletransporto decididamente al centro del tatami... lo bueno estaba por comenzar...

Yirai: Bien... ¿Listos? Aho...

Fiush!!!

Los golpes comenzaron a chocar a toda velocidad, brazos con brazos, piernas con piernas, cabezas con brazos. Las ondas expansivas liberaban viento en todas direcciones que hacian volar tierra por todos lados. Los jovenes luchadores estaban boquiabiertos ante tal demostracion de poder, el nivel alcanzado por los dos muchachos era tal que apenas si se veian sus extremidades al pasar a milimetros de su oponente.

Yirai: O.o... no puedo creerlo, su ki es...

Yuko: Casi igual al nuestro...

Yirai: Mierda... entran en el equipo inmediatamente, seran los dos primeros en enterarse de todo y los entrenaremos con Poiki.

Yuko: ¿Poiki? Creo que sera muy duro...

Yirai: Cuando te cuente todo me lo permitiras...

Yuko: ¿Tan grave es?

Yirai: S... CUIDADO!!!!

Konan: HAAAMEEEEE..... HAAAAAAAAAAAA!!!!!!!

Los entrenadores tuvieron que salir a toda velocidad del sitio en donde se encontraban. La gran onda kame de bastante tamaño impacto en suelo generando un crater pequeño.

Yirai: ¿La onda... Kame?

Yuko: KONAAAAN!! TEN MAS CUIDADO!!!!!

El joven no lo escuchaba, por supuesto. La pelea brutal habia causado panico en los otros jovenes, que cada vez retrocedian mas y mas.

Raimundo(Eres fuerte maldito, mas que la vez anterior)

Konan(Diablos, es muy fuerte... pero esto aun no termina)

Con un movimiento rapido el joven Konan paso por debajo de su oponente y golpeo su espalda con su pie, luego se elevo en el aire unos metros y callo con toda su fuerza arrodillado en el suelo golpeandolo a su rival con todo su poder de puño. El suelo se movio como si fuera gelatina, y Raimundo libero el poco aire que sus pulmones estaban guardando.

Konan: Ja... gane...

Pero de pronto, un golpe asesino golpeo la frente del chico, que cayo hacia atras casi K.O.

Raimundo: Si me ubieras dicho que esto era en serio, ya habrias muerto...

Yuko intervino rapidamente.

Yuko: ¡Que estan haciendo!? ¿Es que quieren matarse?!

Konan/Raimundo: Lo sentimos...

Yirai: Muchachos... son increibles...

Konan: Y eso que no vieron nuestras cabelleras rubias...

Yirai callo hacia atras totalmente sorprendido.

Yirai: ¡CABELLERAS RUBIAS! Inmediatamente vengan conmigo, los necesito.

Yuko: Yo tambien voy, tenemos que aclarar muchas cosas. El resto, sigan el entrenamiento de tajos terrestres, el maestro Tori no tarda en llegar.

Y con estas ultimas palabras, se fueron.

Los jovenes salieron volando junto con sus dos maestros. Luego de un rato de sobrevolar el valle llegaron a una cascada bastante grande.

Yirai: Bien, chicos, vengan conmigo.

Raimundo: ¿A donde vamos?

Yuko: A un lugar en donde les explicaremos absolutamente todo.

Konan: Mierda... estaba esperando este puto dia.

Yuko: ¡El vocabulario Konan!

Konan: Lo siento...

Llegaron a un costado de la catarata, Yirai se acerco a una de las paredes y tocando varios bloques activo una especie de codigo, una parte de roca se deslizo hacia abajo dejando ver un largo pasillo que se metia dentro de la montaña. Era muy tecnologico, con paredes plateadas y brillantes, y luces blancas en el techo que lo hacian parecer un pasillo de hospital nuevo.

Konan: Yo ahi no me meto ni a palos.

Raimundo: Yo te hare entrar a palos ya veras... marica.

Konan: Pedazo de P"#$ #$&"#$ y la re "#$%"#$ que te pario

Yirai: WTF!!!!!!

Yirai: ¿Se llevan asi todo el tiempo?

Yuko: Konan!!!!!!

Yuko: En el fondo son buenos amigos... (Muy en el fondo)

Ingresaron (Con Konan siendo arrastrado por los pies) y bajaron por el pasillo escalonado hasta que llegaron a una especie de ascensor. Luego de unos minutos mas bajando, llegaron a un gran salon, un salon supertecnologico. Mapas holograficos tridimensionales, computadoras autointeligentes y millones de aparatos de rastreo muy extraños, pero organizados tan ordenadamente que todo quedaba impecable.

Konan: Woaaaaw, viajamos al futuro en un ascensor.

Raimundo: Idiota, es una base de guerra.

Yirai(Susurrando): Oye Yuko, ¿Como va Konan con los estudios?

Yuko: No querras saber... hay un tema mucho mas profundo en todo eso.

Yirai: Tiene que ver con...

Yuko: Si, es el... no regreso...

Yirai: Y... esta...

Yuko: Lo dudamos... pero podrian haberlo secuestrado y debe estar en grave peligro...

Yirai: ¿Enviaron un rescate?

Yuko: Si, lo hicimos, tampoco regresaron...

Yirai: No me habian informado de eso. ¿En que region fue?

Yuko: En Japon.

Yirai: La base de toda esta porqueria... mierda.

Luego de esta breve conversacion, varios hombres ingresaron a la sala por otra puerta. Uno de ellos era un anciano de larga barba blanca, calvo, y fue el primero en hablar.

Anciano: Buenos dias Yirai, buenos dias Yuko.

Yirai/Yuko: Buenos dias anciano Irion.

Irion: Voy a serles totalmente sinceros, la guerra esta a punto de estallar.

Konan: ¿De que hablas viejo?

Raimundo: Es cierto, que guerra ancianito???

Yuko: MUCHACHOS!!! MAS RESPETO!!

Irion: El respeto no nos sirve ahora, les contaremos absolutamente todo. Primero, ¿saben lo que son, no es asi?

Konan: Saiajins.

Raimundo: Exacto.

Irion: Lo saben por la serie japonesa Dragon Ball.

Ambos: Si.

Irion: Lo que no saben es que esa serie, muestra toda la realidad.

Konan: EEEEH????

Raimundo: Es imposible.

Irion: Dejenme explicarles, toda esa historia sucedio, solo el final es diferente. Nuestro ancestro, Goku, cuido de las esferas del dragon, como la historia lo dice, pero luego regreso, en un momento muy importante, para advertir a todos y para hacer que su ñieta Pan cambie el transcurso de la historia. Las ramas de saiajins se expandieron por todo el mundo, pero se mezclaron tanto con los humanos que practicamente se olvidaron de sus poderes, convirtiendose en humanos normales. Pan, de muy anciana, fue visitada por Goku, este le digo que debia contarle toda la historia a su ñieto Goku jr, y que lo entrenara, ya que el era el unico capaz de defender la tierra si algo sucedia, con tanta mala suerte que un saiajin se entero de todos los poderes y de toda la historia, y comenzo a entrenarse entre las sombras hasta alcanzar un gran nivel, generando un caos increible en la tierra, asi, Goku Jr se enfrento a el, venciendolo con mucha suerte. Luego de esto, Pan reunio las esferas del dragon, y pidio un unico deseo, que la historia sea borrada de la mente de todos, que nadie recuerde ni a Cell, ni a Bu, ni a todos los destrozos que generaron Baby, Super 17 o Shi shin Ron. La tierra fue transportada a la galaxia en la que ahora estamos, la via lactea, y todos los avances del mundo desaparecieron, asi comienza nuestra historia, con los saiajins mezclados con los humanos normales, sin saber de sus poderes. Cada mucho tiempo, un saiajin de sangre casi pura nace, obteniendo todos los poderes de esa raza, esto sucede cuando muchas ramas contenedoras de sangre saiajin se juntan casualmente hasta dar a luz un saiajin casi completo, o totalmente completo. Tu Raimundo, naciste con cola. Tu tambien Konan.

Konan: O.O

Irion: Luego se los explicare, ahora sigamos. El mundo se desarrollo como siempre, pero Sheng Long podia conceder tres deseos, Pan pidio dos, el de borrar la memoria de todos, el de transportar la tierra, y el ultimo deseo fue permitir que un saiajin continuara entre nosotros, como un espiritu de poder, es fue Goku, el nunca murio, la inmortalidad en el paso del tiempo le permitio aconsejar a todos los saiajins que se lo merecieran, ayudandolos en su camino al poder.

Raimundo: No puedo creerlo... ¿Goku todavia vive?

Irion: Si, esta en el mas alla, el mas alla que ustedes vieron en la serie. El dragon world ya no existe, el es el unico terricola vivo de ese mundo, anterior a este. El vigila el mundo, es como un dios, el no se entromete en nuestras vidas, ademas de que no puede luchar por la tierra, no se le permite. Pero lo que puede hacer, es venir a la tierra cada vez que detecta un saiajin de corazon puro, para aconsejarlo en su camino, y que no termine como...

Konan: ¿Como quien?

Irion: Hace mucho tiempo nacieron dos saiajin, totalmente puros, gemelos. Uno de ellos facilmente obtuvo un nivel de fuerza inimaginable, y fue visitado por Goku, era necesario que sepa de su verdad, y que mantenga sus poderes escondidos, y solo los use para el bien. Asi fue, como el joven decidio no luchar, y mantener sus habilidades en secreto. Su gemelo, el cual nunca pudo tener los poderes de su hermano por mas que lo intentaba, descubrio la verdad y decidio utilizar esos poderes para su propio bien, escapo de su hogar a temprana edad para entrenar incansablemente, hasta que logro una fuerza destructiva inimaginable. Antes de poder hacer algo, su hermano decidio luchar con el para que el mundo no sepa la verdad y entre en caos. Asi, ambos calleron en combate, al borde de la muerte.

Raimundo: ¿Nunca se supo la verdad?

Irion: El hermano "bueno", decidio forjar una alianza para proteger a la humanidad secretamente. El otro, al ver que moriria en cualquier intento de revelar la verdad, tambien forjo su propia alianza en secreto, para vencer a la otra y asi poder dominar el mundo. Yo, soy el ñieto de ese hermano bueno, y mi padre y yo continuamos con esa alianza, reclutando a todos los saiajins con poderes que encontraramos, para que el mundo no caiga en el caos.

Konan: ¿Y nosotros dos que tenemos que ver? ¿Y que es eso de que teniamos cola?

Irion: Conocen la historia de dragon ball no es asi, pues ¿Quienes eran los que tenian cola?

Konan: Los saiajins...

Raimundo: Puros...

Irion: Ahi tienen la respuesta.

CONTINUARA...

Ahora que la veo dormir, pienso en cómo ha cambiado la situación. Y pensar que tan solo hace dos meses, me hubiera marchado con Kamishama, replanteándome su aburrida oferta, de irme a vivir al templo. Por lo menos, entrenaría arduamente; sería mucho más fuerte que Piccoro y le vencería, si decidiera cumplir su amenaza. Recuperaría mi libertad e independencia, viviendo quien sabe que, quizás, nuevas y apasionantes aventuras. Pero eso es lo que pensaba antes, hace tan solo dos meses.
Creo, que fue una semana después de la fiesta que se celebró por nuestra boda, cuando pensé en irme y disculparme por no poder cumplir la promesa. Realmente no sabía lo que significaba la palabra “matrimonio” y yo, por no ser desleal, cumplí con mi palabra. No tenía ni la más remota idea, de donde me estaba metiendo. Ya me lo advirtieron Krilin y hasta la misma Bulma, en el torneo. Lo que sigo sin entender, fue el codazo que me propinó Yamcha, diciendo después: “No sabes la suerte que tienes Goku, estar con una chica así en tu noche de bodas”.
En fin que volviendo al tema, como a mí no me asusta nada, o al menos eso creía, me metí de lleno en esto, sin pensar, simplemente dejándome llevar.
Estaba convencido de que ya había cumplido con mi palabra, el mismo día de la ceremonia. Incluso aquello no estaba tan mal. Había mucha comida…. ¡una gran cantidad de ella!, un pastel enorme, infinidad de gente celebrándonos, música…. Claro, que alguna cosa que otra me incomodó bastante y hasta me molestó, como lo del beso en los labios, que Chichí me dio en mitad de toda aquella gente abochornándome, que luego inexplicablemente empezarían, a aplaudir como locos.
Chichí, constantemente se agarraba de mi brazo, apretándolo fuertemente contra su cuerpo; algo que realmente me daba mucha vergüenza y asfixia. Pero a ella, se la veía muy feliz y resplandeciente ese día, cosa que extrañamente me agradaba y me hacía sentir muy bien.
Pero “El matrimonio” no acababa con la boda, sino todo lo contrario, ya que justo después de la ceremonia, era cuando todo empezaba.
Lo más raro fue cuando llegamos a lo que de ahora en adelante, seria “nuestra casa”. El padre de Chichí, al que yo llamaba “papá” desde antes de la boda por capricho o antojo del mismo, nos regaló una casa justo en las montañas donde yo había vivido de pequeño. Un detalle que me gustó muchísimo y me hizo una gran ilusión, ya que no me simpatizaba mucho la idea, de vivir en aquel enorme castillo, al que salvé de las llamas. Volvería a vivir en aquellos parajes y respiraría de nuevo, el aire de la montaña Paoz, donde fui tan feliz con mi querido abuelo.
Una vez en la casa, mis tripas sonaron por cuarta vez, desde que llegamos. A Chichí no le importó cocinarme algo para cenar, incluso estaba ilusionada con la idea de que probase su comida, y yo también lo estaba. Lo que Chichí me había preparado estaba delicioso, más incluso que la comida del banquete. Yo muy sincero, no tardé en comunicárselo a lo que ella, me respondió con una sonrisa y una frase un tanto extraña: “Es porque lo he hecho para ti con todo mi amor”. Lo devoré todo sin percatarme de que quizás ella también quería un poco, de su propia comida, pero parecía no tener hambre ya que todo el rato me miraba embelesada, mientras sonreía. Aquello del matrimonio empezaba bien……pero más tarde después de cenar, todo dio un giro inesperado para mí.
No había tenido tiempo para entrenar en todo el día, ya que me lo prohibieron los sirvientes del castillo, pero aun así, me sentía cansado. Mis ojos se cerraban poco a poco, y aun todavía sentado en una dura silla de madera, situada en la cocina, Chichí se colocó tras de mí, y empezó a despojarme de la incómoda corbata, algo que agradecí. Me habían puesto ese fatigoso traje para la boda pero….¡¡no tenía idea de cómo se quitaba!! Chichí me despojó también de la chaqueta y desabotonó mi camisa. No sabía el por qué, pero la note nerviosa y sus manos temblaban, hasta que posó los dedos en mis hombros y los comenzó a masajear. Se sentía muy, pero que muy bien, pero por alguna extraña razón, inclinó su cuerpo y se acercó peligrosamente, hasta el punto de besar mi cuello, recorriendo con sus pequeñas manos mi abdomen, introduciendo poco después, su mano derecha dentro de mi pantalón, para agarrar mi…….
Yo instintivamente, salté de mi asiento, como si me hubiera afectado una descarga eléctrica. ¿¡Que rayos estaba haciendo?¿por qué me estaba haciendo esas cosas? Me incomodaba mucho que se acercara tanto a mí. Nadie en toda mi vida había estado tan cerca de mi cuerpo, a no ser que me estuviera retando a una pelea, o estuviéramos inmersos en la propia. Y mucho, pero mucho menos, había intentado tocarme “ahí”.
Di tal brinco de la silla, que hasta la tire al suelo, asustando a Chichí. Pensé que se había vuelto loca, o me estaba invitando a un combate, algo que deseché enseguida. Ante mi reacción, su cara era de un completo desconcierto, pero yo no estaba menos confundido que ella.
-¿Qué….que te pasa Goku?, ¿acaso hice algo mal?-Dijo ella con mirada triste y desconcertada.
-No, no es nada es solo que tengo algo de sueño jejejeje-. Reí nervioso con una mano atrás de mi cabeza.
-Pero esta noche no es para dormir, no te puede dar sueño ahora.- Dijo cambiando su tono de voz a uno que yo nunca le escuché, acercándose de nuevo a mí, mientras caminaba y movía su cuerpo al compás, de una forma muy extraña.
No sabía a ciencia cierta que me pasaba, pero verla comportarse así me incomodaba mucho, quería que parara y se alejara.
-Goku, esta noche te demostrare cuanto te amo y el tiempo que he deseado que llegara este momento.- Dijo por último, antes de poner sus labios sobre los míos y tirarme literalmente al suelo, con sus brazos enrollados alrededor de mi cuello.
Sentí la necesidad de salir corriendo de allí, y fue lo que hice……
-Chichi…lo siento, pero…..tengo, tengo que irme….adiós. –Dije muy nervioso y cardiaco, levantándola de mi regazo sin mucho esfuerzo, para salir de la casa y adentrarme en el oscuro bosque, donde pasaría allí la noche.
Sentado en la rama más alta de aquel abeto, todavía podía oír el llanto de Chichi, y eso estaba bastante lejos de la casa. No era mi intención hacerle daño, o que sufriera, ya que ni siquiera sabía el por qué se estaba comportando así, y el por qué mi ausencia aquella noche, le causó tanto dolor.
Fueron unos dos días los que estuve fuera de casa. El tiempo pasó rápido y realmente no tenía la intención de volver ya que no había terminado mis entrenamientos. Pero tuve hambre y recordé que Chichí cocinaba delicioso. Así que volví. Pensé que lo de aquella noche fue una tontería y Chichí sería la de siempre.
-Hola Chichí estoy de nuevo aquí….he vuelto.- Dije vociferando, mientras ponía un pie en el recibidor de aquella casa, la cual se suponía era mía, y aun no había visto, más allá de la cocina.
Fue curioso, cuando vi encima de una de las butacas, el bonito vestido de boda de Chichí. Pensé que una vez que alguien se casaba, llevaría todo el tiempo puesta esa clase de ropa. Distraído, una voz me saco de mi ensimismamiento.
-Ahí, ¿estás aquí?-. Dijo Chichi tras de mí, sin mucho entusiasmo.
-Si ya estoy aquí, he entrenado mucho estos dos días y me muero de hambre. ¿Qué has preparado?-. Dije sonriente, percatándome de que estaba vestida igual que el día del torneo, así que estaba feliz porque la Chichí de siempre había vuelto, y no habría más escenas raras como la de aquella noche….o eso pensaba yo.
-Nada…..yo no tengo hambre.-Dijo muy seria sin ni siquiera mirarme.
-Bueno pues…..entonces creo que iré al bosque a comer unas manzanas de un árbol que hay cerca de aquí….Hasta luego…-Dije haciendo un gesto de despedida con la mano, en el quicio de la puerta, cuando Chichí de nuevo me hablo.
-Tu ropa….tu traje…tu traje de novio está destrozado. La camisa ya no tiene botones y le falta una manga. Y los pantalones no se quedan atrás, están roídos y sucios. Hay montón de “Gi” en el armario de nuestra habitación. Nuestra habitación….nuestra habitación está en la parte de arriba, la primera puerta a la izquierda. –Dijo mirando hacia abajo con una voz muy triste.
-Gracias…. iré a cambiarme. Estoy mucho más cómodo con mi traje de combate, es más resistente en los entrenamientos.-Dije dirigiéndome a la susodicha habitación.
La noche llegó y de nuevo volví a casa. Añoraba dormir en una cama, ya que aquellas tres noches durmiendo en la copa de un árbol, eran algo bastante incomodas.
Todo estaba oscuro y en silencio. Yo pensé que Chichi seguramente se había ido a dormir, pero no sabía en qué habitación estaba hasta que algo vino a mi mente. Y lo que vino a mi mente fue la voz de Chichi diciendo: “Nuestra habitación”. Eso quería decir, que los dos compartiríamos el mismo lugar para dormir. Pero el hecho de dormir con ella, no me importó ya que realmente eso me gustaba, me sentí muy solo cuando mi abuelo murió, y lo que más añoraba era dormir con él.
Entré en la habitación, y la vi echa un ovillo con las rodillas encogidas bajo las sabanas, asomando solo una parte de su cabeza al exterior. Verla así en plena oscuridad, iluminada por la luna, me pareció gracioso.
Después de quitarme el kimono, y las botas, me metí en la cama. Rápidamente me quedé dormido, ya que aquella cama era enorme y muy cómoda.
Cuando llevaba varias horas dormido, me desperté un poco, aun soñando, con los ojos entrecerrados y agudizando lo poco que tenia de vista. Por instinto y nostalgia, sin saber lo que hacía, abracé fuertemente contra mí, el cuerpo que tenía cercano, como si fuera una almohada, como cuando era niño y dormía con mi abuelo Gohan. Pasé mi brazo bajo la cintura de Chichí, rodeándola, mientras apoyaba mi cabeza en su hombro. Era muy relajante y reconfortador, notar su respiración, el olor de su cabello y la suavidad de su piel, así como los pequeños y leves sonidos, que hacía con la boca. No sabía por qué, pero el notar esos pequeños detalles, me hacía abrazarla más fuerte contra mí. Poco después, fui despertado por un golpe muy fuerte en mi mejilla, y la luz de la habitación encendida, que me deslumbró, haciéndome daño en los ojos.
-¿¡Se puede saber que estabas haciendo!!-. Dijo Chichí furiosa, dándome de nuevo otra bofetada. -¡¡FUERA…..FUERA DE AQUÍ!!- Volvía de decir violenta y muy alterada.
-¿Pero Chichí que pasa? Yo creía que esta era mi habitación también. -Dije confuso sobándome el rostro, con sus dedos aun marcados en él.
-¡¡Vete no tienes ningún derecho a dormir conmigo!! ¡¡Solo los esposos duermen juntos!! ¡¡Y tu…….!! Tu aun no eres mi marido….aún no hemos consumado nuestro matrimonio…-Dijo de golpe cambiando su estado de rabia a tristeza, con montones de lágrimas en sus ojos amenazando con salir. –Así que vete y duerme en el sofá o fuera de casa como lo has hecho estos días atrás. Vete por favor, quiero dormir sola.- Dijo por último, introduciéndose de nuevo entre las sabanas y tapándose hasta la cabeza con ellas.
“¿Consumar el matrimonio?”. No sabía ni por asomo a que se estaba refiriendo, y aun todavía, no lo sé.
Perplejo, la sentía sollozar y realmente lo me apenaba en el alma. No me gustaba verla así y más saber que sufría por algo, pero…¿Qué podía hacer yo?, ¿qué era lo que le estaba pasando?, ¿por qué se enfadaba conmigo y actuaba de esa forma tan extraña? Sin más, salí de la habitación, por miedo a otra bofetada o agresión, seguida de una regañina.
Después de aquello, todos los días eran iguales. Yo dormía abajo en el sofá, y me levantaba muy temprano en la mañana, para entrenar. Chichí apenas me dirigía la palabra o me miraba y cuando lo hacía, era para soltarme algún reproche o reprimenda. Siempre estaba enfadada, nunca la veía sonreír, como los días del torneo o el día de la boda. Tampoco comía o cenaba conmigo. Siempre que llegaba a casa después del entrenamiento, tenía un gran banquete esperándome en la cocina para mí, pero mientras, ella estaba haciendo la comida o limpiando la casa, y cuando volvía por las noches, ya estaba dormida. Definitivamente, ella no era feliz y yo tampoco. Así que lo más aconsejable, sería que me marchase al palacio de Kamisama, como me propuso anteriormente en el torneo. Y eso iba a hacer, después de terminar con mi entrenamiento en el bosque, aquella mañana.
Hacía mucho calor en el bosque y estaba sudando, por el esfuerzo del entrenamiento. Me quité la parte de arriba de mi “Gi” y bebí un poco de agua, de un estanque cercano, para refrescarme. Después me tumbé en la hierba y bajo la sombra de un enorme árbol, cerré los ojos, con los brazos colocados bajo mi cabeza.
Comencé a pensar, y no en cosas muy agradables. Sentía un gran nudo en mi pecho cuando pensaba en Chichí, y que por mi culpa, o por algo que se le escapaba a mi razón, estaba triste. Cumplí mi promesa como le prometí, pero aun así, ella no era dichosa. Yo me sentía feliz, cuando los demás también lo estaban. Pero que Chichí estuviera triste me afectaba más de lo que me podía imaginar. La verdad, es que no sabía qué clase de cosas hacia un marido, y desde la noche posterior a la boda, cuando se comportó de ese modo tan raro, no me dirigía la palabra…. ¿Cómo iba a preguntarle? Me acordaba del día de la boda, cuando se reía y sentía que yo también quería reír, era algo extraño….
Una voz me saco de mis pensamientos y cuando me incorpore, pude ver que era Chichí, quien estaba enfrente de mí. Tenía los brazos en posición de combate y su gesto era juicioso, clavando sus ojos en los míos, como si me estuviese retando.
-Quiero que entrenemos juntos- Dijo directa, y con voz muy seria.
-Pero Chichí…..yo….podría hacerte daño, tu nivel de pelea es muy inferior al mío, podrías….-Decía perplejo por su proposición, cuando fui interrumpido.
-¿Acaso no quieres comprobar que tan débil soy? …..creo que te llevarías una grata sorpresa. Lo que me pasó en el torneo es que me pillaste desprevenida, Quiero la revancha.- Dijo colocándose en posición de pelea, y lista para atacar, mientras me miraba desafiante.
-Está bien como quieras, pero luego no me sermonees si pierdes o no llegas a mi altura.- Dije con una sonrisa, entusiasmado de entrenar con ella, colocándome yo también en posición.
Y la pelea comenzó, al principio fui flojo con ella, pero la cosa se empezó a animar. Tuve miedo cuando de un puñetazo la estampé contra un árbol, pero ella reaccionó rápido y comenzó a llevar la iniciativa. Me atacaba con rabia y no se le estaba dando nada mal. Trataba de esquivarla, pero era muy rápida y sin saber por qué, o por la emoción de la pelea, la atrapé con un veloz movimiento, haciéndole una llave, quedando justo encima de ella, en el suelo.
Agarré sus muñecas con fuerza y la inmovilice con las piernas, para que no pudiera escapar. Chichí se revolvía con furia, dando pequeñas patadas en el suelo, cuando alzó la mirada y se quedó paralizada, dejando de forcejear. Me miraba a los ojos sin decir nada, y se quedó inmóvil por un rato. Ya no luchaba conmigo y rápidamente sus mejillas se tornaron rojas.
-¿Qué?, ¿Qué pasa no eres capaz de soltarte?, veo que no eres tan fuerte como decías. ¡Ja!, no eres rival para mi.- Dije en tono burlón, muy excitado por la pelea y respirando con dificultad, al igual que ella.
Yo también la miraba a los ojos, extrañado de ver, que estaba inmóvil, solo mirándome. Cuando de repente, algo muy raro comenzó a despertarse en mi interior. Como un fuego interno que me quemaba las entrañas, era lo que sentía, cuando aún bajo mi cuerpo, su espalda se curvaba y su pecho comenzaba a rozarse con el mío, de un modo rítmico, con cada inspiración.
Me tenía hipnotizado, y comencé a tragar saliva pesadamente. Notaba su corazón palpitar velozmente, y de su garganta salían unos extraños gemidos, que hicieron que me mordiera el labio inferior. Pensé que era hambre lo que sentía, pero cuando su aroma se coló por mi nariz, no era precisamente mi estómago el que me empezó a molestar, si no otra parte de mi cuerpo situada más abajo.
Aun seguíamos en la misma posición, yo sujetando sus muñecas con fuerza y ella acomodada bajo mi cuerpo, cuando comencé a fijarme en Chichí de una manera, que nunca antes lo había hecho. Pensé que era muy bonita y empecé a tener miedo, como la noche de hacía dos semanas atrás. Nunca en mi vida había sentido unos deseos tan raros y unas sensaciones tan extrañas; estaba asustado. Pero Chichí me dijo algo, que me hizo perder la cabeza.
-Goku…. sigamos entrenando...pero esta vez…. Lo haremos a mí manera.- Dijo con voz muy suave, susurrándome al oído.
Yo sin más, acepté, y me dejé llevar por todo lo que me decía, deseando saber de qué se trataba, ese “nuevo entrenamiento”.
Comenzó a poner sus labios sobre los míos, como el día de la boda, pero esta vez lo hacía durante más tiempo y haciendo más fuerza, hasta que abrió la boca e hizo que yo también la abriese, atrapando mis labios. Tenía los ojos cerrados, y yo la imité, para seguir su entrenamiento más a la perfección. La verdad es que era mejor así, se podían percibir más sensaciones. Aquello me estaba gustando. Pero mi trance fue interrumpido, cuando introdujo su lengua dentro de mí. Al principio me espanté y me separé de ella, pero Chichí me tranquilizó.
-Goku, ¿no quieres seguir con el entrenamiento? Tienes que seguirlo hasta el final, apenas estamos comenzando. Ven, confía en mí.- Dijo ella, atrapando mi boca de nuevo, y siguiendo donde lo habíamos dejado.
Mientras hacíamos aquella cosa extraña con nuestras bocas y lenguas, de lo que más tarde me enteraría que se llama “beso”, cosas muy raras comenzaban a hacerse manifiesto en mí. Sentía que quería cada vez más y más de lo que estábamos haciendo. Me estaba volviendo loco y empecé a apretar fuertemente mi cuerpo con el de Chichí, sin saber lo que estaba haciendo o si pudiera molestarla en algo, moviéndome de forma salvaje entre sus piernas.
-Ahhh Goku, que bien lo haces….ummm besas muy bien.- Me dijo ella con extraños gemidos, separándose de mi boca, mientras mordía mi cuello haciendo que entrara en éxtasis.
Movía sus caderas rozando mi muy dura entrepierna, la cual nunca había estado así, pensando incluso que algo andaba mal por ahí abajo, mientras mordía mi oreja, haciendo que yo soltara por mi garganta los mismos extraños sonidos que estaba haciendo ella.
-Quítame la ropa….por favor- Me ordenó, más bien sonando a suplica.
Yo la obedecí, liberándola de mi llave por fin, en la cual estaba presa, desde que empezamos con el “entrenamiento especial”, desabrochando su kimono con dificultad, hasta que la desesperación hizo que lo rompiera de un fuerte tirón.
-Lo siento- Dije jadeante.
-No importa, de verdad. Pero….podrías poner tus labios y aspirar mi cuello y pecho suavemente….imi…imitando lo que yo te he hecho antes.- Me dijo Chichí muy ruborizada.
-Como tú digas.- Dije mirándola a los ojos muy alterado, cuando noté que su pecho estaba al descubierto, después de romper la parte de arriba de su kimono.
Su pecho era diferente al mío, era como el de Bulma, he incluso más voluminoso, y el de las chicas de las revistas del maestro Roshi, hinchado y con el pezón grande. Pero este era distinto, para mí era apetecible y tenía ganas de tocarlo y hasta incluso lamerlo.
Así que la volví a obedecer, y su espalda se curvó, cuando mi boca fue bajando desde su suave cuello, hasta su pecho y sus manos recorrían mi espalda, tocando mi trasero. Empecé a notar mucha humedad en su entrepierna y me temí lo peor.
-Upss Chichí no me di cuenta, perdona.- Dije parándome en seco.
-¿Qué?, ¿qué pasa?, ¿por qué he de perdonarte?- Me dijo mirándome preocupada.
-Es que como hemos estado tanto tiempo así, vamos que como no te he soltado, no te he dejado ir al baño y por mi culpa te has orinado encima.- Dije muy apenado.
-¿Qué?...yo no…..ahhh….te refieres a….jajajajaja-. Dijo extrañada, riendo a carcajadas al final.- Goku tranquilo, no me he hecho “pis”, es solo que veras….tú has provocado que yo….bueno….lo que pasa es que….forma “parte del entrenamiento”. Yo estoy excitada y por eso estoy mojada ahí. Al igual que tu…… Pero no pasa nada, sigamos.- Dijo tranquilizándome, atrapando mi boca de nuevo.
Mi cabeza iba a explotar, tocábamos nuestros cuerpos y lamíamos nuestra piel, de un modo feroz. La ropa me molestaba y también quería que ella me la quitara a mí. Quería sentirla mejor. Pero sin darme tiempo a pedírselo, era como si leyera mi mente, y empezó a bajarme la parte inferior de mi “Gi”, arrastrando con él, mi ropa interior.
Una vez los dos desnudos, nos quedamos mirando un buen rato nuestros cuerpos. El suyo me parecía curioso, yo ya sabía que su entrepierna era distinta a la mía, pero nunca había tenido la oportunidad ni el interés de ver aquello tan cerca. A su vez, ella me miraba mucho abajo, y abría los ojos sorprendida, creo que se dio cuenta de que algo raro me había sucedido, ya que nunca “eso” había estado tan grande y tan duro. Curioso, exploré y toqué con un dedo muy despacio, la zona que me llamó la atención de su cuerpo, a lo que Chichí reaccionó de una manera increíble. Gemía muy alto, y se retorcía, agarrando fuertemente la hierba con las manos, mientras cerraba los ojos. El interior de aquello, estaba cubierto de un líquido caliente y espeso, que hacía que se me resbalase el dedo. En mitad, había como una especie de botón, que motivado por ver el comportamiento de Chichí, acaricié, como si de un juego se tratase.
-Goku….ummm….no….ahhh….para…..no…..para….ummmm- Me decía suspirando entre gemidos, de manera entrecortada y apartando mi mano con desesperación. –Es que si sigues así, el “entrenamiento” terminara rápido para mí.-Dijo sonriéndome.- Hay…hay algo que quiero hacer, para que tú también sientas lo mismo que yo.-Me dijo incorporándose, hasta que quedó sentada enfrente de mí.
Con una mano, agarro mi miembro y lo empezó a tocar. Hubiera salido huyendo por aquello, de no ser por que empecé a notar un placer extraordinario. Me acariciaba de arriba abajo, sujetando con fuerza, primero despacio y luego acelerando el movimiento. Ella me miraba directamente con ojos extraños, mientras mordía su labio inferior. Jamás en mi vida había sentido una cosa igual, era como estar comiendo los manjares más sabrosos del mundo, pero sin estar comiendo nada. Mi corazón iba a salírseme del pecho, no sabía que hacer estaba indefenso ante aquella caricia tan placentera. Juraría que estaba volando sobre el cielo, de no ser porque notaba el duro suelo bajo mis pies. Solo podía gemir en aquel momento, cuando un raro instinto poseyó mi mente y me abalancé sobre Chichí perturbado, introduciéndome dentro de ella, en una violenta envestida.
-¡¡AHHHH!!- Gimió Chichí escandalosamente haciendo eco en todo el bosque, mientras hincó sus uñas en mi espalda.
¿Qué había hecho?, ¿qué demonios estaba haciendo? Ni siquiera sabía que eso se podía hacer. Era lo que pensaba mi parte cuerda, escondida en algún lugar de mi mente, totalmente anulada por la parte irracional.
Parecía una bestia, moviéndome con violencia en el interior de Chichí, mientras los dos gemíamos en alto y devorábamos nuestras bocas.
Mis fosas nasales se abrieron, y captaron como un olor parecido a la sangre. Eso me estaba volviendo más loco y excitado de lo que ya estaba, he hizo que acelerara los movimientos de mi cadera, cuando al mirar hacia abajo, vi que la sangre provenía del interior de Chichí.
Estaba tan cegado, que no cesé en mis embestidas haciéndolas cada vez más fuertes, y empecé a notar que algo iba mal, como si me fuese a derramar, y no sabía muy bien qué. Pero era imposible parar, aquello era demasiado bueno. Estaba frenético, era su pecho, su pelo, su suave piel, la forma en que nos movíamos, sus clamados en mi oído, como recorría mi cuerpo con sus manos, hasta que…
-¡¡AHHHHHHHHH!!- Un fuerte clamor salió de mi garganta, haciendo que me derramase en su interior, liberándome de una forma placentera de esa fuerte presión.
Todo había terminado, aquella cegación extraña había desaparecido. ¿Qué había sido todo aquello? Me sentía reconfortado y satisfecho, muy satisfecho. Pero, avergonzado, salí del interior de Chichí, por todo lo que había hecho, sin medir mis acciones, como si algo me hubiera poseído. Aquel entrenamiento había sacado lo peor de mí. Así que lo primero que hice fue disculparme y preocuparme a continuación por haberla herido.
-Yo…..lo siento muchísimo Chichí…..perdóname, perdóname de verdad no sabía lo que hacía, soy una bestia…-Dije con un profundo pesar en mi interior, hasta que Chichí, me interrumpió.
-¿Perdonarte?, ¿bromeas?...¡¡Goku ha sido maravilloso!!-Me dijo muy dichosa, aun respirando con dificultad, lanzándose a mis brazos, y atrapando mis labios de nuevo.- Te quiero, ¡te quiero mucho, te amo!- Decía eufórica, sin que pereciera tener dolor.
-Pero estás herida, mírate, tienes sangre ahí abajo-Dije señalándola muy preocupado.-Chichí, te prometo que esto jamás volverá a pasar.- Dije hundido.
-¡¡NO!!...esto vamos quiero decir, que…..Goku hay muchas cosas que tengo que explicarte. Quien tiene que perdonarme eres tú a mí por mi comportamiento de estos días. Pero es que yo no me percaté que hay cosas que no te han enseñado o explicado nunca, y ahora es cuando lo comprendo. Así que tranquilo, esta sangre no es porque me hayas herido….bueno en cierto modo sí, pero esto me ha ocurrido porque es la primera vez que “entreno”, de esta manera. Pero no me ha dolido, sino todo lo contrario.-Dijo acariciándome el cabello.
Más tarde Chichí me explicó muchas cosas, tales como que ese entrenamiento especial, se llama “hacer el amor”, y que lo hacen solo las personas casadas y enamoradas. Que no podía hacerlo con nadie más que ella, y que no sirve para hacerse más fuerte, si no para otra cosa. Me explicó muchas cosas más, que hicieron que estuviera hecho un lío, pero Chichí me dijo que con el tiempo entendería.
Minutos después, nos quedamos tumbados y abrazados, bajo la sombra del mismo árbol, donde rato antes habíamos “hecho el amor”, descansando del “duro entrenamiento”, que nos dejó a los dos agotados.
Días después la relación entre nosotros mejoró bastante. Ella volvía a ser la Chichí de siempre, comíamos juntos, hablábamos, me sonreía, pero de vez en cuando se molestaba conmigo y me gritaba, por algunas cosas que no entendía. Pero aparte de eso, los dos estábamos felices. Dejé de dormir en el sofá y lo hacía con ella, en nuestra habitación. Practicábamos el “entrenamiento” casi todo el tiempo y en sitios muy distintos. Solo podía pensar en Chichí, y en estar a su lado.
Pero un día después de dar un paseo para recoger manzanas, vi a Chichí tirada en el suelo como si se hubiese desmayado cuando estaba haciendo la comida. Rápidamente fui hacia ella y la entre en la casa, depositándola en el sofá. Sin saber qué hacer, llamé a su padre muy asustado para que viniese. Una vez en la casa, su padre, vino con un doctor, y en nuestra habitación, examinó a Chichí. En la sala, muy preocupado, vi que media hora después salió el doctor dándome la enhorabuena.
-Felicidades, ustedes van a ser padres- Yo no me alegre, estaba confuso. ¿Padre yo?, pero…. ¿por qué?
Entonces entré en la habitación, inquieto por el estado de Chichí y fue cuando ella misma me explicó. Sentí una inmensa alegría, no podía esperar nueve meses para ver la cara de él que iba a ser mi hijo. Me parecía increíble que fruto de esos “entrenamientos” ahora iba a ser padre y que su barriga fuese a hincharse, para que ahí creciera el bebé. Era extraño imaginarlo, pero lo vería con el tiempo.
Ya hace dos meses de todo aquello y Chichí, sufre unos cambios de humor de lo más extraños, que hacen que tenga pavor hasta decirle “buenos días”, porque no sé cómo será su reacción. Tiene un apetito bestial, hasta incluso más que yo, peleándose conmigo, a la hora de la comida o la cena, para ver quien devora el último plato. Y llora….llora mucho y todo el tiempo, por cosas inexplicables. Pero yo la consuelo y la abrazo, acariciando su barriga, esperando pacientemente que pasen estos 7 meses para ver cómo será nuestro hijo.
Y ahora que es de noche y la veo dormir tan tranquila, e indefensa, sumida en un profundo sueño, preguntándome si estará soñando con algo, pienso en cómo ha cambiado todo, en tan solo dos meses.
CAPITULO II
LA HISTORIA SEGÚN CHICHI:
Son las 2 am en el reloj y estoy despierta viendo dormir a mi adorado esposo pobre estos últimos dos meses han sido de mucho cambio para él. Primero nuestra boda y luego como olvidar esa noche de bodas.
Estaba ansiosa, nerviosa y con miedo de estar a solas con él. Era el momento de demostrarle cuanto lo amaba y deseaba estar con él. En cuanto llegamos a la casa que mi padre nos había regalado Goku pidió de comer. Al instante le di de comer. La verdad no tenía apetito estaba sumamente nerviosa por lo que vendría después. Pude observar que tenía sueño y que sus ojos se le cerraban.
Así que me decidí a actuar le quite la corbata y supe de inmediato que Goku se sintió feliz de que lo hiciera, continúe quitándole el saco y luego desabotone la camisa poco a poco; sentí un calor en mis mejillas cuanto mis manos recorrieron su torso y mi corazón latió rápido cuando mi mano metí en su pantalón pero, Goku no reacciono como esperaba. Dio un brinco de su silla que caí de espaldas y trate de levantarme muy asustada.
-¿Qué….que te pasa Goku?, ¿acaso hice algo mal?-Dije con mirada triste y desconcertada.
-No, no es nada es solo que tengo algo de sueño jejejeje-. Rió nervioso con una mano atrás de su cabeza.

-Pero esta noche no es para dormir, no te puede dar sueño ahora.- Dije cambiando mi tono de voz a uno que él nunca me había escuchado, acercándome de nuevo a él, mientras caminaba y movía mi cuerpo de forma sensual tratando de despertar en el algo o de que se me acercará.
Yo no sabía a ciencia cierta que le pasaba, pero verlo comportarse así me estaba frustrando, quería que caminará hacia mí me abrazará, me tomará en sus brazos y fuéramos a la habitación pero, todo lo contrario me miraba asustado como si lo asustará el hecho de que lo hubiera tocado.
-Goku, esta noche te demostrare cuanto te amo y el tiempo que he deseado que llegara este momento.- Dije por último, antes de poner mis labios sobre los suyos y tirarle literalmente al suelo, con mis brazos enrollados alrededor de su cuello.
Pero contrario a lo que yo esperaba se fue corriendo a la puerta diciéndome:
-Chichi…lo siento, pero…..tengo, tengo que irme….adiós. –Me dijo muy nervioso y con la mano en la puerta, levantándome de su regazo sin mucho esfuerzo, para salir de la casa y perderse en el oscuro bosque, donde pasaría allí la noche.
Yo me quede helada y mis lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas y grite de dolor y sola sin él me subí a nuestra récamara. Una mezcla de dolor, odio y tristeza inundo mi cuerpo. ¿Qué hice mal? ¿Por qué reacciono de esa manera como asustado? No lo entendía y así me fui quedando dormida. Y así pasaron dos días él no llegaba para nada, dos días sola pensando si me habré equivocado al haberle pedido que cumpliera su promesa y que ni siquiera le gustaba ni como mujer ni como nada. Cuando abrió la puerta todo roto, sucio y con una sonrisa como si nada hubiera pasado.
-Hola Chichí estoy de nuevo aquí….he vuelto.- Dijo vociferando, mientras ponía un pie en el recibidor de nuestra casa, la cual había abandonado sin importarle nada.
Me llene de rabia porque no podía creer el cinismo de aparecerse y solo decirme eso.
-Ahí, ¿estás aquí?-. Dije sin mucho entusiasmo.
-Si ya estoy aquí, he entrenado mucho estos dos días y me muero de hambre. ¿Qué has preparado?-. Dijo sonriente, sin preguntarme como estaba y sin importarle nada de mí
-Nada…..yo no tengo hambre.-Dije muy seria sin ni siquiera mirarlo.
-Bueno pues…..entonces creo que iré al bosque a comer unas manzanas de un árbol que hay cerca de aquí….Hasta luego…-Dijo haciéndome un gesto de despedida con la mano, en el quicio de la puerta. Pero entonces lo detuve diciéndole:
-Tu ropa….tu traje…tu traje de novio está destrozado. La camisa ya no tiene botones y le falta una manga. Y los pantalones no se quedan atrás, están roídos y sucios. Hay montón de “Gi” en el armario de nuestra habitación. Nuestra habitación….nuestra habitación está en la parte de arriba, la primera puerta a la izquierda. –Dije mirando hacia abajo con una voz muy triste como esperando que se diera cuenta y me hiciera algo de caso.
-Gracias…. iré a cambiarme. Estoy mucho más cómodo con mi traje de combate, es más resistente en los entrenamientos.-Dijo dirigiéndose escaleras arriba.
Se cambió y se fue de nuevo dejándome sola, llorando porque su indiferencia me estaba matando. ¿Qué habré hecho mal? A lo mejor no debí de haberlo obligado a casarse conmigo y así llego la noche. Me fui dormir sola como hacía dos noches atrás y me quede dormida. Entonces empeze a soñar que Goku me abrazaba me tomaba por la cintura, y me jalaba hacia él, estaba tan embelesada en mi sueño cuando desperté y lo sentí a mi lado ¿Cómo era posible que me abrazara? Y peor ¿qué estuviera durmiendo a mi lado como si nada hubiera hecho? De súbito le pegue y prendí la luz. Y le dije:
-¿¡Se puede saber que estabas haciendo!!-. Dije furiosa, dándole de nuevo otra bofetada. -¡¡FUERA…..FUERA DE AQUÍ!!- Volvía a decir violenta y muy alterada.
-¿Pero Chichí que pasa? Yo creía que esta era mi habitación también. -Dijo confuso sobándose el rostro, con mis dedos aun marcados en él.
-¡¡Vete no tienes ningún derecho a dormir conmigo!! ¡¡Solo los esposos duermen juntos!! ¡¡Y tu…….!! Tu aun no eres mi marido….aún no hemos consumado nuestro matrimonio…-Dije de golpe cambiando mi estado de rabia a tristeza, con montones de lágrimas en mis ojos amenazando con salir. –Así que vete y duerme en el sofá o fuera de casa como lo has hecho estos días atrás. Vete por favor, quiero dormir sola.- Dije por último, introduciéndome de nuevo entre las sabanas y tapándome hasta la cabeza con ellas para que no viera que lloraba. Pero, entra las sábanas pude ver su cara de confusión entonces, comprendí lo que pasaba pero estaba tan molesta como para tragarme mi orgullo y bajar con él y pedirle que subiera.
Que estúpida había sido con él y esa noche a oscuras recordé cuando lo vi en el torneo antes de nuestra pelea cuando le dije que era malo y que no había cumplido su promesa. Él no sabía que era el matrimonio y si eso no sabía mucho menos iba a saber que era hacer el amor y consumar el matrimonio. Así que esa noche comprendí por qué Goku se había ido en la noche de bodas y su cara de susto cuando me le abalance de esa manera NADIE LE HABIA EXPLICADO NADA DE NADA. Y si era cierto como iba a hacerle para que Goku entendiera eso de consumar el matrimonio. Así que se me ocurrió una excelente idea que pondría en marcha en la mañana. A la mañana siguiente baje a toda velocidad a ver si alcanzaba a Goku antes de salir a entrenar pero, era tarde ya se había ido así que lo busque por el bosque y por fin lo hallé recostado bajo la sombra de un gran árbol. Se veía tan bien con el torso al aire que me dio envidia del viento que pasaba rozándole su pecho así que me pare frente de él y le dije tratando de contener mi respiración.
-Quiero que entrenemos juntos- Dije directa, y con voz muy seria.
-Pero Chichí…..yo….podría hacerte daño, tu nivel de pelea es muy inferior al mío, podrías….-Decía perplejo por mi proposición.
-¿Acaso no quieres comprobar que tan débil soy? …..creo que te llevarías una grata sorpresa. Lo que me pasó en el torneo es que me pillaste desprevenida, Quiero la revancha.- Dije colocándome en posición de pelea, y lista para atacar, mientras lo miraba desafiante.
-Está bien como quieras, pero luego no me sermonees si pierdes o no llegas a mi altura.- Dijo con una sonrisa, entusiasmado de entrenar conmigo, colocándose también en posición.
Y la pelea comenzó, al principio fue flojo conmigo, pero la cosa se empezó a animar. Tuve miedo cuando me dio un puñetazo que me estampo contra un árbol, pero traté de reaccionar rápido y comencé a llevar la iniciativa. Lo atacaba con rabia y no se creó que no lo hacía nada mal. Trato de esquivarme, pero era muy rápida y sin saber por qué, o por la emoción de la pelea, me atrapo con un veloz movimiento, haciéndome una llave, quedando justo encima de mí en el suelo.
Agarró mis muñecas con fuerza y me inmovilizo con las piernas, para que no pudiera escapar. Me revolvía con furia, dando pequeñas patadas en el suelo, cuando alcé la mirada y me quedé paralizada, dejando de forcejear este era el momento que esperaba. Lo miré a los ojos sin decir nada, y me quedé inmóvil por un rato. Ya no luchaba y rápidamente sentí como el rubor subía por mis mejillas.
-¿Qué?, ¿Qué pasa no eres capaz de soltarte?, veo que no eres tan fuerte como decías. ¡Ja!, no eres rival para mi.- Dijo en tono burlón, muy excitado por la pelea y respirando con dificultad, al igual que yo.
Él también me miraba a los ojos, extrañado de ver, que estaba inmóvil, solo mirándole. Cuando de repente, algo muy raro comenzó a despertarse en el para ser exactos lo sentí en su entre pierna. Como un fuego interno que me quemaba las entrañas, era lo que sentía, y fue entonces cuando empecé a mover mi cuerpo, mi espalda se curvaba y mi pecho comenzaba a rozarse con el suyo, de un modo rítmico, con cada inspiración.
Vi con alegría como comenzó a tragar saliva pesadamente. Notaba su corazón palpitar velozmente, y entonces libere unos leves gemidos por mi garganta, que hicieron que se mordiera el labio inferior. Pensé que el momento de actuar lo que había planeado, su aroma se coló por mi nariz. Aun seguíamos en la misma posición, el sujetando mis muñecas con fuerza y yo acomodada bajo su cuerpo, cuando comencé a fijarme que me veía de diferente manera, que nunca antes lo había hecho. Empecé a tener miedo, como la noche de hacía dos semanas atrás. Pero entonces le dije algo:
-Goku…. sigamos entrenando...pero esta vez…. Lo haremos a mí manera.- Dije con voz muy suave, susurrándole al oído.
Acepto, y se dejó llevar por todo lo que le decía, deseando saber de qué se trataba, ese “nuevo entrenamiento”.
Comencé a poner mis labios sobre los suyos, como el día de la boda, pero esta vez lo hacía durante más tiempo y haciendo más fuerza, hasta que abrí la boca e hice que él también la abriese, atrapando sus labios. Tenía los ojos cerrados, y lo mire viendo con alegría que él me estaba imitando, para seguir su entrenamiento más a la perfección. La verdad es que es me sentía mal porque sentía que me estaba aprovechando de él. Aquello le estaba gustando de eso me di cuenta inmediatamente. Cuando introduje mi lengua dentro de él se espantó y se separó de mí, pero traté de tranquilizarlo diciéndole dulcemente.
-Goku, ¿no quieres seguir con el entrenamiento? Tienes que seguirlo hasta el final, apenas estamos comenzando. Ven, confía en mí.- Dije, atrapando su boca de nuevo, y siguiendo donde lo habíamos dejado para que no protestara.
Mientras lo besaba, cosas muy raras comenzaban a hacerse manifiesto en él. Sentí que quería cada vez más y más de lo que estábamos haciendo. Empezó a apretar fuertemente mi cuerpo contra el suyo, sin saber lo que estaba haciendo, moviéndose de forma salvaje entre mis piernas y la verdad eso me estaba excitando demasiado.
-Ahhh Goku, que bien lo haces….ummm besas muy bien.- Le dije con gemidos, separándome de su boca, mientras mordía su cuello haciendo que entrara en éxtasis.
Movía mis caderas rozando su dura entrepierna, la cual me estaba enloqueciendo a mí, mientras mordía su oreja, haciendo que soltara por su garganta los mismos extraños sonidos que estaba haciendo yo.
-Quítame la ropa….por favor- Le ordené, más bien sonó como una súplica por sentir su pecho contra el mío.
Me obedeció, liberándome de mi llave por fin, en la cual estaba presa, desde que empezamos con el “entrenamiento especial”, desabrocho mi kimono con dificultad, hasta que la desesperación hizo que lo rompiera de un fuerte tirón.
-Lo siento- Dijo jadeante.
-No importa, de verdad. Pero….podrías poner tus labios y aspirar mi cuello y pecho suavemente….imi…imitando lo que yo te he hecho antes.- Le dije muy ruborizada.
-Como tú digas.- Dijo mirándome a los ojos muy alterado, cuando noto que mi pecho estaba al descubierto, después de romper la parte de arriba de mi kimono.
Pude darme cuenta que me miraba entre asombrado y confuso con eso mis dudas de la noche anterior se afianzaron él no sabía nada de nada.
Así que volvió a obedecer, y mi espalda se curvó, cuando su boca fue bajando desde mi cuello, hasta mi pecho y mis manos recorrían su amplia espalda, tocando su trasero. Cuando unas palabras de sobresalto me sacaron de lo que le estaba haciendo.
-Upss Chichí no me di cuenta, perdona.- Dijo parándose en seco.
-¿Qué?, ¿qué pasa?, ¿por qué he de perdonarte?- Le dije mirándole preocupada.
-Es que como hemos estado tanto tiempo así, vamos que como no te he soltado, no te he dejado ir al baño y por mi culpa te has orinado encima.- Dijo muy apenado.
-¿Qué?...yo no…..ahhh….te refieres a….jajajajaja-. Dije extrañada, riendo a carcajadas al final, pero mirándolo con ternura conteste- Goku tranquilo, no me he hecho “pis”, es solo que veras….tú has provocado que yo….bueno….lo que pasa es que….forma “parte del entrenamiento”. Yo estoy excitada y por eso estoy mojada ahí. Al igual que tu…… Pero no pasa nada, sigamos.- Dije tranquilizándole, atrapando su boca de nuevo esperando lo que tanto deseaba de él.
Mi cabeza iba a explotar, tocábamos nuestros cuerpos y lamíamos nuestra piel, de un modo que la verdad me estaba excitando demasiado. Su ropa me molestaba para sentirlo mejor. Pero sin pedírmelo le quite la parte inferior de su “Gi”, arrastrando con él, su ropa interior sabía mirándolo a los ojos que era lo que también estaba deseando.
Una vez los dos desnudos, nos quedamos mirando un buen rato nuestros cuerpos. El suyo me parecía lo más maravilloso, pero nunca había tenido la oportunidad ni el interés de ver aquello tan cerca. Lo miraba mucho abajo, y abría los ojos sorprendida, creo que se dio cuenta de que lo observaba así que me ruborice por un momento. Curioso, exploro y tocó con un dedo muy despacio, la zona que le llamó la atención de mi cuerpo, a lo que reaccione de una manera increíble. Gemía muy alto, y me retorcía, agarrando fuertemente la hierba con mis manos, mientras cerraba los ojos. Estaba tan mojada que sentí como su dedo se le resbalo. Cuando empezó a acariciar mi clítoris quería que siguiera pero tuve que pararlo.
-Goku….ummm….no….ahhh….para…..no…..para….ummmm- Le decía suspirando entre gemidos, de manera entrecortada y apartando su mano con suavidad y desesperación. –Es que si sigues así, el “entrenamiento” terminara rápido para mí.-Dije sonriéndole.- Hay…hay algo que quiero hacer, para que tú también sientas lo mismo que yo.-Le dije incorporándome, hasta que quedé sentada frente a él.
Con una mano, agarre su enorme miembro y lo empeze a tocar. Espere que no saliera huyendo por aquello, pero me di cuenta que a él le agrado lo que hacía. Le acaricie de arriba abajo, sujetando con fuerza, primero despacio y luego acelerando el movimiento. Le miraba directamente a los ojos, mientras mordía mi labio inferior de manera sexy y provocativa. Solo podía gemir en aquel momento, de repente se me abalanzo y me penetro con fuerza y fiereza haciéndome dar un grito de dolor y placer era la primera vez que lo hacía pero él siguió su instinto.
-¡¡AHHHH!!- Gemí escandalosamente haciendo eco en todo el bosque, mientras hincaba mis uñas en su espalda.
Parecía una bestia, moviéndose con violencia en mi interior, mientras los dos gemíamos en alto y devorábamos nuestras bocas.
De repente me di cuenta de que estaba sangrando pero, no me importaba ahora él era mío y yo de él pero, veía que él se había dado cuenta y tenía un poco de temor de que se asustara y parara pero, seguía embistiéndome una y otra vez.
Estaba tan cegado, que no ceso en sus embestidas haciéndolas cada vez más fuertes, y empecé a notar que se iba a derramar. El me miraba pero yo quería que siguiera ya que sentía que yo también me iba derramar en él. Estábamos frenéticos, era su pecho, su pelo, su suave piel, la forma en que nos movíamos, sus clamados en mi oído, como recorría mi cuerpo con sus manos, hasta que…
-¡¡AHHHHHHHHH!!- Un fuerte clamor salió de su garganta, sintiendo como se derramaba en mi interior. Todos mis miedos y mis dudas fueron respondidas en ese momento Goku me había hecho el amor de la manera más natural e instintiva. Me sentía avergonzada había transformado al niño inocente en un hombre.
Todo había terminado era momento de hablar con él y explicarle todo lo que había pasado. Se sentía avergonzado, salió de mi interior rápidamente, así que lo primero que hizo fue disculparse y preocuparse por mi situación entonces comprendí que era un niño que sentía que había hecho algo malo.
-Yo…..lo siento muchísimo Chichí…..perdóname, perdóname de verdad no sabía lo que hacía, soy una bestia…-Dijo con un profundo pesar.
-¿Perdonarte?, ¿bromeas?...¡¡Goku ha sido maravilloso!!-Le dije muy dichosa, aun respirando con dificultad, lanzándome a sus brazos, y atrapando sus labios de nuevo.- Te quiero, ¡te quiero mucho, te amo!- Decía eufórica.
-Pero estás herida, mírate, tienes sangre ahí abajo-Dijo señalando muy preocupado.-Chichí, te prometo que esto jamás volverá a pasar.- Dijo apesadumbrado.
-¡¡NO!!...esto vamos quiero decir, que…..Goku hay muchas cosas que tengo que explicarte. Quien tiene que perdonarme eres tú a mí por mi comportamiento de estos días. Pero es que yo no me percaté que hay cosas que no te han enseñado o explicado nunca, y ahora es cuando lo comprendo. Así que tranquilo, esta sangre no es porque me hayas herido….bueno en cierto modo sí, pero esto me ha ocurrido porque es la primera vez que “entreno”, de esta manera. Pero no me ha dolido, sino todo lo contrario.-Dije acariciándole el cabello tratando de que se sintiera mejor.
Más tarde le explique que ese entrenamiento especial, se llamaba “hacer el amor”, y que lo hacen solo las personas casadas y enamoradas. Que no podía hacerlo con nadie más que conmigo, y que no sirve para hacerse más fuerte, si no para otra cosa. Le explique que esto es la prueba más sublime del amor que se tienen ambos. Creo que lo confundí pero le dije que con el tiempo él lo entendería todo poco a poco.
Minutos después, nos quedamos tumbados y abrazados, bajo la sombra del mismo árbol, donde rato antes habíamos “hecho el amor”, descansando de aquello que él llamaba con dulzura el nuevo entrenamiento nos dejó a los dos agotados.
Días después la relación entre nosotros mejoró bastante. Volví a hablarle, comíamos juntos, hablábamos, le sonreía, pero de vez en cuando me molestaba con él por tonterías y le gritaba. Pero aparte de eso, los dos estábamos felices. Dejo de dormir en el sofá y lo hacía conmigo abrazándome tan fuerte con si en ello se le fuera la vida. Practicábamos el “entrenamiento especial” casi todo el tiempo y en sitios muy distintos. A veces el me lo pedía o con solo mirarnos sabíamos lo que queríamos ambos.
Teníamos los días más maravillosos del mundo éramos felices hasta un mes después me empecé a sentir unos malestares muy raros no sabía si algo de la comida me había caído mal pero a veces tenía náuseas y mareos. Un día mientras lavaba la ropa vi todo negro y creo que me desmaye. Horas después desperté en mi cuarto y mi padre estaba a mi lado.
- ¿Cómo llegue aquí? Pregunte asombrada y algo asustada.
- Goku te trajo, el me llamo hija y afuera está el médico que traje ya que me dijo tu esposo que te has estado sintiendo mal que haz hasta vomitado. Contesto mi padre algo preocupado por mí.
- Tienes razón no me he sentido nada bien estos últimos días pues haz pasar pues, al doctor papá.
El doctor entro me revisó y después de una prueba de orina en donde metió algo y una exhaustiva revisión, me dijo algo que me lleno de alegría.
- Señora usted y su esposo van a ser padres ¡Felicidades!
No lo podía creer iba a tener un hijo con el hombre de mi vida, un hijo de Goku pero, entonces recordé a mi Goku se iba a asustar cuando le dijeran y se iba a confundir así que le dije al doctor que en cuanto les diera la noticia le dijera a mi esposo que subiera. Estaba en lo cierto en cuanto apareció por la puerta se le notaba confundido y preocupado.
- ¿Qué eso de que voy a ser padre? ¿Cómo sucedió o por qué?
- Mira esos entrenamientos que hemos hecho han dado fruto y el hijo que vamos a tener es por esos entrenamientos.-Trate de explicarle el porqué de la cosas y cuando lo entendió me abrazo y empezó a llorar. Le explique que mi bebe crecería dentro de mí durante 9 meses y que se iba a alimentar de lo que yo le diera.
De eso han pasado dos meses mis cambios de humor lo han vuelto loco pero me tiene tanta paciencia que no me dice nada. Pobre y ahora lo veo dormir tan tierno como un niño que no quiere ser despertado. Todas las mañanas desayuna y se va, no regresa hasta la hora de la merienda. No le digo nada porque sé que lo tengo desesperado mis cambios, mis regaños, mis peleas con él por la comida. Que solo puedo acariciarle el cabello y mirarlo dormir plácidamente y sentirme feliz de tenerlo a mi lado.